Casi un 70% de las empresas cuenta con un Propósito definido. El 84% de las ellas lo tiene escrito y compartido con los empleados y casi 9 de cada 10 cree que aporta valor al negocio y contribuye a mejorar la rentabilidad de la empresa.
Ésta es la principal conclusión del Primer Barómetro sobre el Propósito Empresarial en España, elaborado por APD y Transcendent, que analiza los resultados de una encuesta realizada a casi 300 directivos para comprender las tendencias y desafíos en la definición, activación, medición y comprensión del valor que el Propósito genera para las empresas y para sus grupos de interés. En la encuesta han participado empresas de más de 20 sectores.
Aunque el Propósito está muy presente ya en las empresas, según este estudio, el grado de conocimiento es todavía confuso. Para el 39% de los encuestados el Propósito se confunde con los conceptos de visión y misión.
De lo que no hay muchas dudas es acerca de la percepción del Propósito como elemento de valor para la compañía. El 76% de los encuestados asegura que en sus empresas el Propósito es percibido como un elemento que impacta en el negocio y que contribuye a mejorar su rentabilidad.
Sin embargo, la percepción de que facilita el acceso a la financiación es todavía incipiente. Apenas un 16% de los encuestados vinculan el Propósito con una mejor financiación.
“Aún queda trabajo por hacer para que el Propósito permee en todos los niveles de la organización. Existe un gap de conocimiento de los Directivos y Mandos Intermedios frente a la categoría Resto de empleados siendo estos últimos los que tienen el conocimiento más bajo de la definición”, explica Angel Pérez Agenjo, socio director de Transcendent. Un 73% de los directivos señala que lo conoce con precisión mientras que ese porcentaje baja al 52% en el caso de los empleados.
Uno de cada cuatro se cambiaría de trabajo incluso asumiendo reducción salarial
Casi 8 de cada 10 ejecutivos señala que prefiere trabajar en una empresa con Propósito. De ellos, el 52% declara que se cambiaría de trabajo a una empresa con Propósito a igualdad de condiciones, y más de un cuarto (27%) estaría dispuesto a cambiarse incluso asumiendo una reducción salarial.
La atracción y retención del talento se está convirtiendo en uno de los aspectos que más está impulsando la incorporación y activación del Propósito en las empresas.
El refuerzo de una cultura de empresa sólida (91%) y la construcción de una marca única y diferenciada (67%) son dos cuestiones que, según este estudio, también se ven favorecidas por la activación del Propósito.
El reto es la medición
El 84% de las empresas que cuentan con un Propósito lo tienen escrito, compartido y medido mientras un 16% de ellas no lo tiene formalizado.
Del 84% que sí lo tiene escrito, más de la mitad (63%) declara que el Propósito de su compañía está escrito y conocido por los empleados y un 49% que es conocido por agentes externos.
No obstante, aún queda camino por recorrer en cómo el Propósito se comunica internamente, se integra en la toma de decisiones y se mide. De hecho, poco más de un tercio de los encuestados (34%) declara que en su compañía se han definido indicadores para medirlo. De ellas, la mitad son empresas de más de 1.000 empleados.
El CEO y el Comité de dirección, responsables del Propósito
En cuanto a la percepción que tienen los directivos acerca de quién tiene que liderar la gestión del Propósito, la conclusión es contundente. Los responsables de la integración del Propósito en las empresas españolas son los Directivos. Un 72% de los encuestados destaca que, en su empresa, la Dirección es responsable de la integración del Propósito en la compañía, lo que indica que es un elemento estratégico.
Todas las categorías profesionales, independientemente del tamaño de la empresa, coinciden en que los responsables de integrar el Propósito en la compañía son la Dirección y el Equipo Directivo de la compañía.
Esta pregunta pone de manifiesto cómo en las empresas españolas el Propósito se percibe como un elemento estratégico y transversal a toda la compañía, por lo que la responsabilidad de su integración recae en los Altos Directivos y no en otros departamentos.
Esta transversalidad también se demuestra por el hecho de que un 83% de los encuestados ha seleccionado más de un departamento responsable de la definición y puesta en práctica del Propósito en la empresa. Según un 65% de los encuestados, dentro del Comité de Dirección de su empresa, la consecución del Propósito es un objetivo estratégico y vertebral para todos y se tiene en cuenta en la toma de decisiones.
Aun así, la vinculación del bonus de los directivos al grado de consecución del Propósito aún no es una prioridad, ya que apenas el 21% de las empresas españolas dicen tenerlo incorporado.
Principales barreras para el Propósito
El 58% asegura que, en su empresa, la mayor dificultad para activar el Propósito es la urgencia de otros asuntos internos. No parece, por tanto, que la principal dificultad a la hora de definir y activar el Propósito sea la percepción de que el Propósito no es algo estratégico, necesario y transversal para la compañía, sino más bien una cuestión de priorización de los asuntos urgentes del día a día.
Casi la mitad (45%) asegura que la mayor dificultad reside en la falta de indicadores estandarizados. Un reto, sin duda, a resolver. Y apenas un 17% cree que se debe a una falta de visión.
El COVID ha dado relevancia al Propósito para uno de cada dos
La relevancia del Propósito ha aumentado de manera significativa debido a la crisis del COVID y a los problemas medioambientales del planeta. El 53% de los encuestados están de acuerdo con esta afirmación porque, según Pérez Agenjo, “en este escenario tan incierto y cambiante, las empresas tienen la oportunidad de transformarse y el Propósito se impone como el elemento estratégico que permite a las compañías alcanzar su máximo potencial”.
Los comentarios están cerrados.