La sostenibilidad se instala también en el ámbito laboral. El desarrollo sostenible se ha convertido en una pieza esencial en la estrategia de las organizaciones. Está, además, presente a la hora de implementar nuevos sistemas internos en las empresas.
Ejemplo de ello es Actiu, que ha apostado por fabricar mobiliario de oficina utilizando melaminas 0% formaldehído y aluminio 100% reciclado. Además, reduce al mínimo el desperdicio y reprocesar las mermas productivas.
La empresa es la primera que emplea melanina 0% formaldehído. Asimismo, el 85% de los tableros que utiliza son reciclados. La compañía reutiliza el plástico para fabricar nuevas piezas. A la hora de producir las mesas, como Longo, genera una huella de carbono un 56% inferior a otros modelos similares de otros fabricantes.
Por otro lado, en el caso de mesas como Tabula, la reducción de las emisiones se sitúa cerca del 41%. Mientras que en el caso de las sillas, la huella de carbono que puede generarse es del 68,5% en modelos como Uma.
De igual forma, se apuesta por el reciclaje durante el proceso de fabricación de mobiliario. Responsables de la compañía detallan que el acero utilizado es reciclable y el 100% del aluminio es reciclado, procedente de la industria del automóvil.
También se utilizan cartones para el embalaje que, al igual que muchas de las piezas que se emplean en los procesos de fabricación, son reciclables y reciclados. Por su parte, las bolsas son compostables.
Para la empresa el cuidado de la higiene y de la salud en los espacios de trabajo es también muy importante. En algunos de los tejidos empleados detallan que utilizan botellas de plástico recicladas, además de soluciones que, por sus materiales y composición, reducen la concentración de microorganismos.
La consejera y directora de reputación de marca de Actiu, Soledat Berbegal, asegura que “fabricar implica tener en cuenta la optimización y el cuidado del medio ambiente”. En ese sentido, pone de manifiesto que la empresa es una marca “familiar” que está “convencida” de que lo que hace tiene un impacto “positivo” en las personas y en el planeta.
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