La COVID-19 ha marcado un antes y un después, especialmente para los pequeños negocios, que han tenido que reinventarse para continuar con su actividad. Según los últimos datos del INE, la crisis de este último año se llevó por delante más de 204.000 empresas con al menos un trabajador en plantilla. Sin embargo, la digitalización y su aplicación en pequeñas empresas en sectores más tradicionales les han dado un soplo de aire fresco, con numerosos ejemplos de éxito tras la necesidad de reinventarse para no morir.
Jeff, la start up española de franquicias internacionales, que comenzó su andadura bajo el nombre Mr Jeff, ya contemplaba la digitalización de negocios tradicionales, como servicio de lavandería (Mr Jeff), de gimnasios (Fit Jeff), peluquerías (Beauty Jeff) y centros de masajes (Relax Jeff), lo que ha supuesto un menor impacto de la crisis. Tras un exhaustivo análisis de buenas prácticas, la compañía señala 4 claves de éxito para mantener un negocio sano en este nuevo escenario.
1. Flexibilidad para modificar el modelo de negocio
Los negocios y franquicias más exitosos del mundo han logrado sobrevivir y prosperar en tiempos siendo ágiles y rápidos, sabiendo moverse en la dirección correcta y adaptándose a nuevas circunstancias. Para ello, es clave detectar nuevos nichos o ajustarse a los actuales, independientemente de que se trate de un modelo tradicional, pero, sobre todo, es necesario empatizar con los clientes y preocuparse por entender y satisfacer sus necesidades en momentos críticos.
Con la COVID-19, ha aumentado la necesidad de servicios sin contacto, posible gracias a las nuevas tecnologías. Aquellos negocios que se han adaptado a la digitalización, o que ya tenían este componente como prioridad, han logrado operar de una manera más eficiente y sin pausas. Es el caso de las verticales de Jeff, que gracias a un modelo que en su base combina el mundo online y offline, la transición a este nuevo paradigma ha sido más natural. Así, la implementación de pedidos o la opción de agendar citas online, nuevos canales de comunicación digital y servicios a domicilio, llevando su oferta al ecosistema virtual, les ha permitido seguir trabajando y creciendo durante el confinamiento.
2. Gestión financiera
Al abrir una franquicia uno debe asegurar los aspectos financieros hacia una reestructuración del negocio, como pueden ser los costes de productos o servicios, o la capacidad de crear estrategias de pago o el cumplimiento de obligaciones fiscales aún en momentos de incertidumbre.
3. Formación permanente
Si bien la regla es conseguir capacitación continua, durante una crisis, esto debe cobrar mayor relevancia. Debido a la irrupción de la COVID-19, la capacitación, en este caso, está enfocada en cómo implementar nuevas medidas de seguridad e higiene, cómo migrar de un negocio físico a uno online, tutoriales sobre cómo implementar un esquema efectivo de entrega a domicilio, o la búsqueda de nuevos mercados.
4. Asesoría
Es necesario contar con servicios de asesoría que brinden consejos y recomendaciones frente a cualquier escenario de cambio de las condiciones del negocio y que impliquen la renegociación de acuerdos con terceros. Asimismo, deben ofrecer guía para conocer y acceder a beneficios que el gobierno ponga a disposición de los negocios.
Eloi Gómez, CEO de Jeff, señala: «Si bien la crisis no es deseada, puede abrir una ventana para salir de la zona de confort, para hacer las cosas de manera diferente e innovar. Esperar a que la temporada crítica termine para invertir en un negocio puede que no sea una buena decisión, pues al concluir, posiblemente aquellos que sí vieron una oportunidad ya tienen acaparado el mercado».
Invertir en una franquicia en España da la oportunidad de contar con más elementos para alcanzar el éxito, y si además cuenta con un esquema de negocio sólido que te garantice un plan anticrisis, seguramente los emprendedores tendrán un elemento menos de qué preocuparse, lo que les permitirá enfocarse en alcanzar sus metas aún en tiempos difíciles.
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