La pandemia ha supuesto un cambio de mentalidad histórico en el plano laboral. Según un estudio de Steelcase, el 53% de los españoles prefiere un sistema híbrido, con un día de teletrabajo y el resto de la semana con empleo presencial, mientras que al 33% le gustaría que el teletrabajo fuera de dos a tres días semanales y el resto en la oficina.
Estos datos evidencian la necesidad de apostar por las soluciones híbridas que ofrece el coworking para cualquier tipo de empresa -sin importar el tamaño- en detrimento del espacio de trabajo convencional. De hecho, la contratación de oficinas en 2020 cayó un 48% en Madrid y un 53% en Barcelona a consecuencia de la pandemia, tal y como señala el estudio de Real Estate Market Outlook.
En ese sentido, los operadores de espacios flexibles son los que mejor se han adaptado al nuevo contexto. Un ejemplo es Lexington, la primera compañía en abrir un coworking en España en 1981, y que ha conseguido desde su nacimiento que sus espacios sean contratados por grandes empresas que facturan millones de euros y operan en varios países, y no solo por autónomos y startups -los perfiles más habituales de este tipo de espacios-.
De este modo, para que las compañías puedan optimizar costes y ganar flexibilidad en sus espacios de trabajo, Lexington ofrece estas 10 soluciones para adaptarse a las necesidades actuales de la economía y a los nuevos modelos de trabajo híbridos:
- Oficinas híbridas: Permiten combinar teletrabajo y trabajo presencial a través de la rotación de los equipos. Incluye accesos 24/7 a oficina privada para parte de la plantilla y, de manera adicional, ofrece accesos extra gratuitos 24/7 a zonas de trabajo común al resto del equipo, favoreciendo así una gran optimización de costes para las empresas que hacen uso de sus espacios de coworking en Madrid y Barcelona.
- Oficinas satélite: Pensadas para la deslocalización de equipos en varias de sus ubicaciones de Madrid y Barcelona.
- Office Pass: Se trata de bonos diarios o mensuales de uso de oficinas privadas para empresas o profesionales que necesitan hacer uso de un espacio de trabajo solo durante varios días al mes.
- Salas híbridas: Equipadas tanto para eventos presenciales como para eventos mixtos, combinando el espacio físico y la telepresencia.
- Flexibilidad total en duración de contrato: Con el objetivo de que las empresas no tengan miedo a atarse a largos compromisos de permanencia.
- Posibilidad de cancelación: Existe la opción de darse de baja durante los primeros meses para que las compañías puedan comprobar cómo evoluciona su negocio.
- Personalización de servicios extra gratuitos: Tales como horas de uso de salas, bonos de secretariado e incluso opciones de customización del espacio.
- Adaptación al crecimiento: Los espacios flexibles están preparados para absorber las necesidades acordes al crecimiento o disminución de la plantilla.
- Listas para entrar: Oficinas completamente amuebladas y listas para acoger eficientemente a las empresas y sus equipos.
- Digitalización: La tecnología permite el impulso de la contratación y reserva online de soluciones de trabajo flexible o la facilidad e inmediatez de las gestiones del día a día de los clientes en todo lo referente a su espacio de trabajo, así como el impulso de la comunidad a través de la interrelación entre miembros.
Según David Vega, CEO de Lexington, “las compañías necesitan volver a la oficina, la productividad de los equipos se encuentra muy ligada a las conexiones, a la generación de ideas comunes y al trabajo colaborativo. Es aquí donde los espacios flexibles se convierten en la alternativa con mayores garantías de flexibilidad y limitación del riesgo, tanto por la optimización de la inversión como por la eliminación de las ataduras contractuales a largo plazo”.
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