Hace unos días, la ciudad de Valencia anunciaba que cancelaba sus tradicionales mercadillos de Navidad. En otros municipios, de momento, se han suspendido y aún no es seguro que se celebren. En capitales, como Madrid, en la que el pasado 27 de noviembre se inauguró su tradicional mercadillo en la plaza mayor, el número de puestos se ha reducido en un 50%. Muchos artesanos han visto cómo sus negocios se han estancado con motivo de la crisis del coronavirus. Y se trata de un sector que da trabajo a 125.000 personas y cuyo valor añadido bruto asciende a unos 4.042 millones de euros. La crisis ha golpeado fuertemente a este sector que busca una salida apoyándose en el mundo virtual. Tal y como constata Eva Pijuan, experta en marketing digital y especializada en negocios digitales de productos hechos a mano, la artesanía está encontrando en Internet una salida alternativa para su supervivencia.
Internet, el salvavidas
Según un estudio publicado, actualmente un 72% de los internautas españoles entre 16 a 70 años utiliza internet como canal de compra. Sin duda, Internet ha sido clave a la hora de salvaguardar las ventas en un periodo de crisis como el actual. Y, tal y como confirman los datos, es una tendencia al alza y que ha venido para quedarse. La venta presencial se ha visto reducida y ha provocado un fortalecimiento del canal online.
Aumento en el interés en emprender online con productos “handmade”
“En los últimos meses, hemos percibido un aumento en el número de personas que se han interesado en disponer de información sobre cómo formarse en emprender online en el sector de los productos hechos a mano”, comenta Eva Pijuan. Aquellos profesionales que tenían como vía de venta la venta física han tenido que reinventarse y buscar alternativas para poder subsistir. Internet ha sido la salida. Sin embargo, muchos de ellos, tal y como sostiene Eva Pijuan, tienen productos buenos y la forma de crearlos, pero desconocen cuáles son las claves para ponerlos online y lograr monetizarlos por esta vía.
Lo artesano está de moda
“Lo artesano, lo tradicional, lo local y natural, está de moda” apunta Pijuan, a lo que añade “hay un público creciente que busca la diferencia, lo especial. Ese elemento decorativo único para su casa, esa ropa artesana para sus hijos, productos ecológicos…”. Todo este tipo de productos tenían una fuerte presencia en los mercadillos y, en concreto, en los de Navidad. Sin embargo, su cancelación o reducción han hecho que este tipo de emprendedores exploten otras vías.
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