Siempre se dice que de las cosas malas hay que sacar lo bueno, y si hay algo de bueno que nos ha traído esta pandemia es que todos, y cuando digo todos es todos, hemos tenido que evolucionar y trabajar de forma distinta y, sin darnos cuenta, nos vemos inmersos en una revolución que lo va a cambiar todo.
El teletrabajo, la no oficina, la tecnología, la Inteligencia Artificial, la “datificación” de todo (el dato como el oro del siglo XXI), la realidad virtual, el inicio del 5G. Sin darnos cuenta, hemos llegado a esta pandemia con las herramientas y piezas precisas que completan el puzle. Un puzle que nos lleva a una nueva era, una era muy tecnológica pero también muy humana, ya que a la falta de contacto real y de mayor soledad e incertidumbre, será necesario potenciar una psicología moderna y eficaz, unas interacciones abiertas y sinérgicas, y unas habilidades que ayuden a las personas a ser mejores y a hacer que los demás también sean mejores.
Hasta ahora se ha hablado de dos conceptos para identificar un empleo. Uno es el de puesto de trabajo, porque en realidad había un sitio físico para trabajar. Pero en esta nueva era ya no se va a hablar de puesto de trabajo porque lo importante ya no será el sitio ni el trabajo, lo importante será el aporte que genera el trabajo (El alma de la empresa, 2020).
El segundo concepto también es un concepto pre-COVID, es el de mano de obra. En esta nueva normalidad ya no se podrá hablar de mano que obra, se acabó solamente usar la mano, ahora se deberá usar más que nunca nuestra mente. La tecnificación y automatización de procesos dirigidos por una inteligencia artificial es imparable y va a invadir fábricas, almacenes y demás departamentos corporativos. Eso significa que las personas deberemos potenciar esa diferencia que tenemos con las máquinas, nuestros procesos cognitivos superiores: la consciencia, la holística, la inspiración, la creatividad, la innovación, el talento, el amor, la espiritualidad.
Quizás alguno piense que eso también lo podrán hacer las máquinas, que una máquina podrá tener consciencia de sí misma o podrá ser como Mozart. Yo no creo que sea así, ya que el ser humano tiene algo que difícilmente tendrán las máquinas. Quizás, como mucho, con el tiempo, veamos consciencia artificial y creatividad artificial.
Pero esa automatización no es mala. Las máquinas no vienen para ser competencia nuestra. Todo lo contrario: el binomio máquina-persona va a ser la clave del futuro. Ya hemos probado este binomio en entidades financieras (y en otros sectores) donde hemos creado el binomio entre un empleado y la Inteligencia Artificial para ayudarle. El resultado ha sido espectacular: se han mejorado los resultados para el empleado, para la empresa y para el cliente. Eso es porque las máquinas con Inteligencia Artificial, gracias a su ingente capacidad de análisis de datos, nos ayudan a ver cosas imposibles de ver para nosotros, y a tomar decisiones mejores y más adecuadas, mezclando las decisiones basadas en los datos con esa parte única de las personas.
¿Cómo va a influir todo esto en los departamentos de RRHH? Esta mayor tecnificación, y por consiguiente mayor humanización, va a incidir directamente en los departamentos de RRHH, convirtiéndose en una parte fundamental para la adaptación a esta nueva era del teletrabajo, de la sobreinformación y la sobreinterconexión.
Entre sus grandes retos encontramos, además de la automatización de la gestión administrativa, el potenciar el desarrollo y generación de Talento, la búsqueda y adquisición de nuevo talento, la promoción del bienestar emocional y psicológico, y la mejora de las experiencias de empleado. Todo ello para aumentar la fidelización y la productividad de la compañía.
El desarrollo y generación de Talento pasa por el análisis y conocimiento de los perfiles de los empleados, sus talentos, sus conocimientos y desconocimientos, y sus habilidades y falta de habilidad. Todo ello para que el empleado pueda tener un mayor autoconocimiento, y de esta forma hacerle responsable de su propia formación. Además, la figura del mentor pasa a ser importante en esta nueva era como guía e intermediario entre la organización, el empleado y su manager. Toda esta información de perfiles competenciales, evaluaciones y talento, será aprovechada por la Inteligencia Artificial para poder predecir acontecimientos y comportamientos futuros de los equipos y personas, pudiendo unir perfiles para poder potenciar equipos o identificar posibles rotaciones, así como una mayor adaptación entre puesto y persona.
La adquisición de talento se automatiza gracias a la Inteligencia Artificial, la cual puede estar analizando nuevo talento y realizando procesos constantemente en la red identificando los mejores perfiles para la organización.
En cuanto al bienestar emocional y psicológico, será importante en esta nueva humanización el promover espacios y experiencias de interrelación entre personas que están teletrabajando. Por ejemplo, el uso de herramientas de feedback o de reconocimiento y gratitud que incidan directamente en la mejora de las interrelaciones (un ejemplo de ello es la App Uniks).
También para promover el bienestar y mejora de equipos, existe la realización de acciones y eventos de corta duración y de alto impacto (actividades con un alto retorno emocional y de resultados), como por ejemplo actividades potentes de “Team Development”, “High Impact Team building”. Estas son actividades de generación de sinergias, fidelización con la compañía y sobre todo potencian el espíritu de equipo.
Un reto importante también para el bienestar emocional de las personas de una empresa será los beneficios que está generando la Psicología moderna. Una psicología positiva y muy humana que realmente ayuda a las personas que están pasando por una situación difícil tanto personal como familiar. El ofrecer el acceso a este tipo de servicios por parte de los profesionales de la organización, será un valor añadido muy apreciado y que ayudará a la organización a aumentar su bienestar emocional, con lo que aumentará también sus resultados.
Todos estos nuevos servicios de valor añadido serán claves para esta nueva era donde las organizaciones en nube serán, como su nombre indica, adaptables, globales, tecnológicas y sobre todo muy humanizadas.
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