La pandemia del coronavirus sigue dejándonos datos dramáticos para el empleo. Si en la anterior EPA, que recogía los registros de enero, febrero y marzo, mes en el que comenzó el estado de alarma en nuestro país, fue negativa, la Encuesta de Población Activa publicada este martes por el INE no hace sino agravar esas estadísticas pues refleja los datos que se han registrado en el grueso del estado de alarma en los meses de abril, mayo y junio.
Por un lado, la ocupación marcó un retroceso histórico con la disminución de 1.074.000 puestos de trabajo. Se trata del peor descenso de toda la serie histórica iniciada en 1976. Un hecho que refleja la situación actual es que el porcentaje de ocupados que efectivamente trabajó entre abril y junio es de poco más de un tercio de la población mayor de 16 años, 13.901.000 personas. En los últimos doce meses se han destruido 1.197.700 empleos (-6,05%), registrando la tasa de decrecimiento interanual de la ocupación es la más amplia desde el tercer trimestre de 2009.
Por otro lado, el desempleó aumentó en España en 55.000 personas, un 1,6% más que en el periodo de tres meses anterior, lo que implica recuperar datos del segundo trimestre de 2012 cuando el número de parados, en plena crisis económica, aumentó en 63.100 personas. De esta forma, el número total de parados se situa en 3.368.000 (15,3%) su mayor cifra desde el segundo trimestre de 2018, en tanto que el número de ocupados bajó hasta 18.607.200 personas, el menor desde el primer trimestre de 2017.
En términos interanuales, el paro ha aumentado en 137.300 personas, un 4,2%, lo que supone el mayor repunte interanual desde el segundo trimestre de 2013.
Sin contar ERTEs y ceses de actividad
Por lógicos que parezcan estos datos, dentro del contexto que vivimos, la situación es aún peor si tenemos en cuenta que esos más de un millón de puestos de trabajo perdidos no contabilizan los afectados por los ERTEs o los autónomos en cese de actividad. Contando a todos ellos, las estadísticas adquieren un carácter todavía más dramático y dejan una gran incertidumbre sobre el mantenimiento de empresas y puestos de trabajo una vez superemos el mes de septiembre.
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