Que la palabra confinamiento nos aburre es una realidad. Lo que empezó siendo una aventura en temporada baja se ha alargado más de lo que cualquiera podría haber imaginado. Pero ahora, con la contención de lo que motivó nuestro encierro, son muchos los comercios y los esperados bares y restaurantes, los que -en Fase 1 y en Fase 2- han abierto sus puertas. Ahora la desescalada es ya una realidad. Algo que también se está notando por las calles de nuestras ciudades es que empezamos a volver a la oficina. Poco a poco. Con todo medido. Pero al fin, salimos para volver. A la oficina.
En este sentido, no existe un manual que recoja cuándo debe o no hacerlo cada compañía. De hecho, en algunas empresas como Evercom nos hemos empezado a incorporar de manera gradual; otras, lo harán antes del verano. Otras, después del verano. E incluso, las hay que ya hablan de 2021. Temporada larga…
Así que después de unos cuantos meses de encierro, con el verano a la vuelta de la esquina, y diversidad de opiniones y casos, muchos tenemos ganas de volver a nuestra normalidad. Y es que tras varias semanas fuera de las oficinas hay muchas cosas que a lo mejor antes no teníamos en cuenta y ahora echamos mucho de menos. La vuelta a la normalidad nos lleva al reencuentro de cosas y de gente que hemos echado de menos. Mucho…
Desde Evercom hemos recopilado algunos de estos motivos que te harán especial ilusión a la hora de volver a la oficina:
- El reencuentro con los compañeros. Son aquellas personas con las que compartes más horas de tu día a día y con las que no solo compartes trabajo, sino también preocupaciones, inquietudes y los ansiados abrazos tan poco practicados en estas semanas. Nos gusta abrazar, tener contacto físico con la gente -aunque esto todavía no suponga una realidad al 100%-. De hecho, tendremos que conformarnos con chocarnos con el codo, pero por lo menos estaremos juntos y podremos compartir nuestras experiencias ya que hacerlo a través de una pantalla no es lo mismo.
- Las cañas afterwork. Partiendo que somos animales sociales por naturaleza, este buenrollismo con los compañeros -algunas veces amigos- no solo se practica en la oficina, sino que sale más allá. No hay nada mejor que terminar la jornada de trabajo que salir a tomar unas cañas, que no siempre ha sido fácil.
- El flujo de creatividad. Durante este periodo de tiempo hemos descubierto que Teams, Zoom o cualquier plataforma online son alternativas perfectas para mantener reuniones -internas o con clientes- o brainstormings. A veces, es complicado conseguir captar personas para actividades de este tipo y la creatividad puede verse afectada. En este sentido, es importante encontrar un equilibrio entre lo presencial y lo online.
- La desconexión. No es lo mismo estar como en casa en una oficina que convertir tu casa en tu oficina. Todos necesitamos desconectar, ya que al igual que salimos a tomar unas cañas, también necesitamos apagar el ordenador y no tener la sensación de que nunca abandonamos el lugar de trabajo. Con esta situación, en la que además no podíamos salir de casa, cuando salíamos de trabajar estábamos en el mismo lugar lo que influye en nuestro estado de ánimo.
- Comodidades. Trabajar desde casa está bien, pero no tenemos las mismas comodidades que en nuestro lugar de trabajo. Los escritorios, las sillas, las pantallas pensadas para pasar horas frente al ordenador no las tenemos en nuestros hogares, por lo que en las oficinas nos sentiremos mucho más cómodos.
Si hay algo claro es que los compañeros son la esencia de la empresa y el mayor motor que nos incita a la vuelta; una vuelta que tendrá que ser de manera gradual y evaluando día a día los resultados de la crisis sanitaria. Por supuesto, este retorno a las oficinas siempre debe hacerse siguiendo las recomendaciones del Gobierno, velando por la salud y la seguridad de todos.
En esta línea, Rita Olmedo, directora de departamento financiero y administración de Evercom, explica que “la vuelta significa no sólo tratar de reactivar nuestra vida sino de reencontrarnos con algunas de las mejores cosas de nuestra vida: los colegas con los que compartimos los proyectos, los clientes para los que trabajamos, la tensión que nos acerca al desafío,… y las cañas after work”. “Hemos aprendido tanto en estas diez semanas de confinamiento que difícilmente volveremos a ver nuestro trabajo y nuestras relaciones profesionales como antes. Creo que el reencuentro nos dejará ver lo que antes no veíamos”.
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