Las previsiones, tanto del FMI como de diversos expertos en materia económica así lo dicen: un millón y medio de trabajadores se quedarán en paro en España por culpa de la crisis del coronavirus y la mitad de los mismos seguirán desempleados en 2021. Este dato nos indica que la recuperación económica en España será lenta, no en forma de V como se apuntaba hace unos días, no habrá un repute ágil de la economía y, por supuesto, nuestro país registrará datos inferiores a la media de la Eurozona.
Según se prevé, España tardará dos años en salir de la crisis, por lo que no será hasta 2022 cuando empiecen aparecer nuevos brotes verdes. De bache temporal al que hablábamos hace unas semanas pasamos ahora a una situación de crisis en la que la economía española se situará en los peores puestos.
Estas son las razones, basadas en datos y estadísticas, que nos hacen prever esa lenta recuperación:
- La reducción del PIB. El Producto Interior Bruto español se reducirá un 8% en 2020, su mayor caída desde la Guerra Civil, por debajo de la media de la Eurozona (-7,5%) así como otras potencias mundiales como EEUU (-5,9%) o Brasil (-5,3%). Solo Italia (-9,1%) o Grecia (10%) se verán más perjudicados que nuestro país.
- El gran aumento del paro. Se calcula que un millón y medio de trabajadores se quedarán en paro en España debido a la crisis del coronavirus, lo que llevaría la tasa de desempleo por encima del 20%, duplicando la media de la Zona Euro en 2020 y 2021 -solo por encima de Grecia- y esto sin contar los ERTE que de momento ya afectan a 3,5 millones de trabajadores en nuestro país.
- Recuperación lenta del empleo. Según el FMI, solo la mitad de los trabajadores despedidos en esta crisis dejarán de estar desempleados en 2021. Esto significa que unos 750.000 empleados que se sumarán al paro ya existente en España antes del coronavirus –en febrero era de 3.246.047 desempleados-.
- El duro golpe del coronavirus en España. No es de extrañar que las previsiones para países como Italia o España, entre las potencias más afectadas por el COVID-19, se sitúen entre las más negativas. Y es que han sido las primeras potencias europeas en tomar medidas y muy drásticas en comparación con otros países. Ello implica un agravamiento rápido y profundo de la economía cuyo daño es más difícil de reparar.
- Factores agravantes:
- La elevada tasa de temporalidad -la mayor de Europa- que tiene España
- La falta de solidez del tejido productivo debido a la enorme cantidad de pymes y autónomos -las pequeñas y medianas empresas representan el 99,8% del tejido empresarial del país-
- La dependencia de sectores profundamente dañados por el coronavirus, como el turismo, agrava las previsiones españolas respecto a otros países.
Al fin y al cabo, eso sí, todo son previsiones y desde el FMI se adelantan a afirmar que estas tendencias pueden variar en función de las circunstancias y la incidencia del coronavirus. Eso sí, para aquellos que sigan pensando en una rápida recuperación de la economía… toca ponerse las pilas y procurar que la crisis sea lo más liviana posible y procurar una recuperación estable y positiva. Para ello, se necesita de todas las partes inmersas en el mercado laboral y empresarial: compañías, trabajadores y estamentos políticos.
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