El profesor de EAE Business School, Pablo Contreras, ha elaborado el estudio “El impacto del coronavirus en estados de ánimo, hábitos y consumo”, que recoge datos de una encuesta online realizada a 675 personas, del 20 al 25 de marzo. Del estudio se extrae que un 14% de los encuestados cree que es bastante probable que pierda su trabajo y un 70% considera que sus ingresos bajarán. Un 29,2% cree que “mucho”, mientras que un 40,4% cree que bajarán “un poco”.
Estas posibles consecuencias en los ingresos debido a la crisis por el Covi19 tendrán repercusiones en los consumidores, ya que un 75% de los encuestados dice que reducirá su nivel de consumo en los meses posteriores al confinamiento: “Es llamativo que este porcentaje sea algo superior al de personas que declaran que sus ingresos disminuirán, lo que es indicativo de que habrá más prudencia en general en el gasto”, según afirma Pablo Contreras. Los artículos más afectos serán los premium o de lujo (80% de encuestados) y el presupuesto vacacional (70% de encuestados). En este último punto, un 41% dice que “bajará mucho”. “Está por ver en qué se traducirá el descenso del presupuesto vacacional, si en no hacer vacaciones, en hacerlas más cortas, más modestas o por España en lugar de marchar al extranjero”, puntualiza Pablo Contreras.
El presupuesto destinado a alimentación saludable, en cambio, es el que menos disminuye (32,1% de encuestados); un 60,6% afirma que lo mantendrá y un 7,3% que lo aumentará. Las actividades deportivas también permanecen entre las prioridades de los consumidores. Un 40% disminuirá sus gastos en este servicio pero un 56% lo mantendrá. El presupuesto en actividades de ocio y salir a comer o cenar fuera se reducirá en el presupuesto para el 65% de los encuestados.
Estos datos son reveladores de un estado de ánimo que ya tiene claras repercusiones en las expectativas de consumo de las familias. El sentimiento predominante es la incertidumbre en el 64,3% de los encuestados. “La incertidumbre es el estado de ánimo más contrario al consumo, invita a la prudencia en el gasto, especialmente en compras de envergadura. También sugiere un comprador más racional, menos impulsivo y que mirará más el precio”, matiza Contreras. Sin embargo, no tiene una clara equivalencia en un sentimiento de temor ya que, aunque se suceden noticias de incrementos de contagiados y muertes, sólo un 26,5% dice sentir bastante (21%) o mucho temor (5%). Tampoco es la tristeza un sentimiento mayoritario, sólo un 17,5% dice sentirse realmente triste. Y en cuanto a inseguridad, un 5% dice sentirse muy inseguro y un 22% bastante inseguro. Y lo que es realmente llamativo es que el estudio arroja que casi un 50% de los encuestados se siente animado: un 6% muy animado y un 43% bastante animado. “La gente está demostrando mucha resiliencia y una gran fortaleza mental”, añade.
Por edades, la gente más joven es la que muestra mayor porcentaje de sentimientos de miedo, inseguridad, temor y desánimo en general. Sólo un 26,2% de los menores de 25 años se siente animado frente a más de un 50% de los mayores de 36 años. “Estos datos apuntan tendencias claras, si bien habrá que ir viendo su evolución, dado que los estados emocionales y las expectativas sin duda irán evolucionando a medida que avance el confinamiento” afirma Contreras.
Las actuaciones de las empresas ante la crisis del Covid-19
Un 48,2% de los encuestados piensa que las empresas están contribuyendo para ayudar en la crisis. Hay una ligera mayoría de personas (56,1%) que dice conocer cuáles son las que están colaborando. De hecho, existe un amplio consenso en cuanto a que las empresas deben preocuparse por aportar durante la crisis. Hasta un 57,8% de los encuestados piensa que no es correcto y lógico hacer ERTEs masivos durante la crisis.
Por último, del informe también se extrae que los medios de comunicación más utilizados para informarse de la crisis son la prensa digital con un 88,7% de personas, seguido de la televisión con casi un 85% de personas, y las redes sociales con más de un 68%.
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