El pasado 13 de noviembre se clausuró el XIV Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles, un evento organizado y promovido por ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles con el apoyo de la Comunidad de Madrid, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, CaixaBank, Banco Santander, Reale Seguros, Pfizer, Sending Transporte Urgente, DCH, Auren Blc, Ifma España, Corresponsables y Ayuntamiento de Madrid (Distrito Retiro).
El congreso, celebrado en la sede de la Escuela de Organización Industrial en Madrid, fue inaugurado por la secretaria de Estado de Igualdad en funciones, Soledad Murillo; la secretaria general de la EOI, Isabel Moneu, quien como anfitriona dio la bienvenida a los asistentes; y José Luis Casero, presidente de ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles.
En su intervención, la secretaria de Estado de Igualdad se refirió a la malversación semántica que existe en torno al concepto «conciliación», ya que no expresa la realidad de la desigualdad ni la responsabilidad en el ámbito doméstico que recae mayoritariamente en las mujeres. A su juicio, el error de los planes de igualdad es que «solo han apostado por la conciliación de las trabajadoras» y para poder avanzar lo que se requiere es «igualdad de trato en la distribución del tiempo», además de la adopción de una «cultura corresponsable en las empresas» que implique modificar las reglas internas y las costumbres para evitar que se siga expropiando tiempo a las mujeres.
Por su parte, el presidente de ARHOE señaló que «es necesario favorecer un cambio de modelo socioeconómico en nuestro país que permita a los ciudadanos tener trabajo digno, salario digno y tiempo digno para disfrutarlo cada cual como considere». Además, instó al futuro Gobierno que se constituya a que se apliquen, de forma prioritaria, medidas concretas que fomenten la racionalización de horarios, la conciliación, la igualdad y la corresponsabilidad porque en estas cuestiones «no hay tiempo que perder». En este sentido, recordó las 50 recomendaciones de la entidad para avanzar en dichas materias, así como el Manifiesto por la Conciliación y la Corresponsabilidad al que se han adherido numerosas entidades y organizaciones.
Tras la inauguración, el XIV Congreso Nacional se desarrolló a través de cuatro mesas de debate sobre «Perspectivas de futuro en las organizaciones: conciliación, flexibilidad y productividad», «Impacto de los horarios en las familias y las personas», «Igualdad y corresponsabilidad» y «Tiempo y salud», además de dos conferencias con los títulos «Creando conciliación productiva a través de los valores humanos» y «Registro horario y “jornada a la carta”: adaptación de las empresas y trabajadores al nuevo mercado laboral».
Las diferentes mesas estuvieron moderadas por Marta Pastor, directora de Ellas pueden (Radio 5-RNE); Silvia Álava, doctora en Psicología y escritora; Macarena Montes, responsable de Comunicación de Corresponsables y Carmen Gallardo, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la URJC.
Entre todos los aspectos que se trataron en los diferentes apartados de este XIV Congreso Nacional, cabe destacar las siguientes conclusiones:
- La conciliación real pasa por descubrir lo que viven los demás por su ausencia. Cuando empatizamos, conciliamos. Asimismo, la conciliación productiva es posible cuando nuestra experiencia es positiva y replicable.
- Para avanzar en materia de racionalización de horarios, conciliación, igualdad y corresponsabilidad, se precisan cambios culturales profundos que deben abordarse tanto desde las empresas como desde el Gobierno, las Administraciones públicas, el sistema educativo, los agentes sociales, los medios de comunicación y la sociedad civil en su conjunto.
- En el ámbito empresarial, está demostrado que la cultura de la presencia es la cultura de la ineptitud. Lo que verdaderamente funciona es la responsabilidad del empleado/a y la confianza de quien ejerce la función de liderazgo.
- Los cuatro pilares básicos de la conciliación son la necesidad de tiempo (permisos, flexibilidad de horarios), servicios de apoyo (dirigidos a la atención y cuidados de la primera infancia, mayores y personas en situación de dependencia), recursos económicos (políticas de empleo, prestaciones de la Seguridad Social, deducciones fiscales para apoyar a la familia) y un cambio cultural basado en la transmisión de valores y en la convicción de que es necesario avanzar y sumar esfuerzos entre todos para que el trabajo no resulte incompatible con la vida personal y familiar.
- Las empresas necesitan gestionar de manera positiva el nuevo entorno legal y demográfico donde deben tenerse en cuenta los permisos de maternidad y paternidad igualitarios e intransferibles, la gestión positiva de la natalidad y la necesidad de avanzar en la verdadera igualdad de oportunidades y en la eliminación del techo de cristal.
- Desde el ámbito educativo se reflexiona sobre el desmesurado tiempo que permanecen los escolares en los centros educativos. En ocasiones, llegan antes del comienzo de las clases, se quedan a comer y no es infrecuente que continúen con otras actividades extraescolares al término de las clases. Esta dinámica es perjudicial y entra en oposición con el objetivo educativo, formativo de la escuela, incidiendo negativamente en el aprendizaje. Asimismo, las tareas o deberes son buenos para crear hábitos de responsabilidad y autonomía, pero no deben servir para cumplir con el currículo escolar ni tampoco tienen que ser una exigencia para los padres, sino un refuerzo que, actualmente, está sobredimensionado.
- La jornada a la carta está trayendo mucha litigiosidad y conflicto, reflejando una disfunción en las relaciones laborales. No obstante, la norma pone en primer plano la confianza y la adecuación de las fórmulas laborales a las nuevas situaciones.
- El peso de la conciliación sigue recayendo en las mujeres (3 de cada 4 sufren carga mental). Para avanzar, además de leyes y medidas, es necesario hacer equipo entre todos los miembros de la familia y ser conscientes de que los cambios pasan por nosotros mismos.
- Hay que ser felices en los trabajos para alcanzar los objetivos y para ello es esencial que se faciliten medidas, tanto a hombres como a mujeres, que permitan conjugar vida personal y laboral. Desde la sociedad civil hay que demandarlo.
- La hora solar, la hora social y nuestra hora interna o biológica deben estar lo más coordinadas posible, pues hay evidencia científica sobre el origen de enfermedades como el insomnio, e incluso el deterioro cognitivo, debido a los desajustes que se pueden producir entre ellas (cronodisrupción).
- Las largas jornadas de trabajo se asocian con mala salud mental, hipertensión arterial, insatisfacción laboral, falta de actividad física en el tiempo de ocio, tabaquismo y horas de sueño insuficientes. Como soluciones que se pueden adoptar en el entorno laboral se propone: mayor organización del trabajo, contribución al conocimiento y a la adquisición de hábitos saludables, prevención de los riesgos psicosociales, herramientas personales con las que combatir el estrés e implementación de políticas de conciliación. En el entorno personal las soluciones pasan por la gestión del tiempo, corresponsabilidad familiar, prestar atención a los descansos y practicar actividad física de forma progresiva.
- Para mejorar el rendimiento en el trabajo y la conciliación, además de seguir los ritmos circadianos y los relojes internos, se propone acercarnos al meridiano de Greenwich (horario de invierno fijo).
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