Puede que sea una expresión conocida por muchos, especialmente en el mundo de los recursos humanos, pero no por ello vamos a dejar de explicarla. Si atendemos a la traducción literal, ‘team building’ significa ‘construcción de equipo’. Aplicado al mundo laboral se refiere al conjunto de actividades y técnicas orientadas a mejorar el rendimiento de un equipo de trabajo. Esto sería, a ‘grosso modo’, su significado. Pero vamos a profundizar más.
De manera concreta, estos son los factores y aspectos que se pretende impulsar a través del ‘team building’:
- Trabajo en equipo: lógicamente es uno de los aspectos más importantes en un equipo de trabajo; saber colaborar y cooperar es básico para lograr el éxito. Además, también se potencia la comunicación, elemento vital a la hora de alcanzar el éxito grupal.
- Mejora de las relaciones personales y el ambiente de trabajo: conocer más a los compañeros provoca redunda en la mejoría del trabajo en equipo y en el rendimiento de cada uno. Ello provoca además un aumento del bienestar que incide de manera positiva en la productividad laboral.
- Habilidad: más allá de esa cooperación a la que aludíamos, las habilidades individuales y grupales también se pueden potenciar con las actividades de ‘team buildiing’. Además, para los responsables de la compañía les puede servir para comprobar quién o quiénes son los más habilidosos.
- Liderazgo: para los líderes de las empresas y los responsables de RRHH es importante comprobar quién es o puede ser un buen líder. Y ello se puede comprobar a través de estas actividades.
- Sentido de pertenencia: este tipo de actividades son cada vez más valoradas por los empleados, tanto por los que ya son trabajadores de la empresa como para los que puedan entrar en procesos de selección de la misma. Una compañía que potencie este tipo de técnicas puede tener ventaja a la hora de ser elegida por los empleados. La implicación en este tipo de actividades puede ser motivo de promoción o, en su defecto, de criba dentro de la empresa.
- Diversión: Por último, aunque hay muchos más factores que se pueden potenciar, la diversión y el ocio es importante. No todo es trabajar y a través de estas técnicas de ‘construcción de equipo’ se pueden pasar ratos más distendidos, lejos de la oficina o el lugar de trabajo, lo que beneficia a la productividad y bienestar del grupo.
El origen de este término, pese a ser algo más o menos novedoso, data de los años 20, cuando el reconocido psicólogo y escritos William McDougal se adentró en la explicación de la importancia que tiene para las empresas formar equipos de trabajo productivos. A partir de aquí, numerosas investigaciones y experimentos fueron certificando la relación que existe entre la producitividad y las condiciones de trabajo, lo que implica esa relación con los compañeros de trabajo. Y esa relación es muy positiva.
En cuanto al tipo de actividades más comunes a la hora de desarrollar el ‘team building’, las más habituales históricamente son las comidas, cenas o fiestas de empresa: la típica comida de verano o la cena y fiesta de navidad. Pero en los últimos tiempos se han ido potenciando diferentes actividades que sirven para potenciar esa cohesión grupal. Estas son algunas de las que son tendencia en la actualidad:
- Paintball (o combates láser en su defecto)
- Escape Room
- Juegos de realidad virtual
- Videojuegos
- Gymkanas
- Viajes de empresa y voluntariados corporativos
- Deportes de aventura y riesgo (kayak, rafting, barranquismo, paracaidismo, puenting…)
- Deportes tradicionales
Como decimos, hay cientos y cientos de actividades que se pueden realizar pero hemos querido destacar las que son más habituales en los tiempos que corren.
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