Pintaba mal la cosa cuando en 2010 la crisis se echaba encima, especialmente, de los países del sur de Europa. España, Italia, Grecia y Portugal fueron algunas de las naciones que más afectadas se vieron por la desaceleración económica que sucedió al periodo de auge monetario e inmobiliario internacional. Y lo que tienen las crisis, que provocan la austeridad y la pérdida de empleo y ello conlleva a un aumento de la emigración en busca de un presente y un futuro laboral.
Eso fue lo que ocurrió en los países que citábamos más arriba. Cientos de miles de habitantes de los países de la Europa meridional tuvieron que dejar atrás sus hogares para recalar en países como Alemania, Francia o Reino Unido donde pudieron encontrar un puesto y unas condiciones laborales dignas. Pero ahora la situación ha cambiado.
Alrededor de 2015, la crisis económica llegó a su fin y, poco a poco, la situación fue mejorando. Mejorando, sí, pero sin llegar a niveles de bonanza similares a 2010. El problema, una vez recuperada una parte de la economía, es la despoblación. Los países que más acuciaron la expatriación de trabajadores se encuentran ahora con una falta de talento y es por ello que es necesario hacer un efecto ‘rellamada’ para todos aquellos que volverían sin pensárselo si desde sus países de origen les ofrecieran condiciones y expectativas positivas.
El ‘Programa Regressar, un efecto ‘rellamada’
Y eso fue lo que prometió y lo que está cumpliendo el gobierno de Antonio Costa. El líder socialista, que llegó al poder en 2015, ha puesto en marcha el Programa Regressar, por el que llama a los portugueses que emigraron antes de 2016 a regresar a territorio luso.
Y lo hace a través de un sistema de ayudas y beneficios para aquellos que se decidan a volver. Entre ellas, los descuentos del 50% en el IRPF durante cinco años y ayudas de 6.536 euros para facilitar la reintegración de las familias parecen las medidas más llamativas. Pero no son las únicas. El Gobierno también asume los costes de transporte para el retorno así como habilita líneas de crédito especiales para aquellos emigrados que quieran realizar inversiones en Portugal.
Costa, además de cumplir con lo prometido en su programa electoral, toma estas medidas para luchar contra la crisis demográfica que vive el país tras haber visto emigrar a más de 500.000 portugueses en época de crisis, cuando el paro superó el 17%. Ahora, la situación como decíamos es bien distinta: la tasa de paro es del 6% y el impulso del turismo y el sector inmobiliario están relanzando al país que necesita ahora recuperar gran parte del talento que se marchó años atrás.
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