Es una realidad. El mercado laboral actual se encuentra en plena transformación y la entrada en juego de una nueva generación de trabajadores, acompañada del boom tecnológico, ha revolucionado por completo la forma de trabajar. Sin embargo, entre la disparidad de perfiles existentes en las empresas, se observa una necesidad generalizada entre todos ellos: flexibilidad laboral. Esto ha hecho que las compañías tengan que reinventar sus modelos. De hecho, cerca de 6 de cada 10 empresas españolas ya dispone de jornadas con horarios flexibles, aunque reconocen que solo el 17% lo tiene en vigor para todos sus empleados, según la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra.
Esta flexibilidad laboral ha dado lugar a nuevos puestos de trabajo que ni si quiera se imaginaban hace tan solo unos años como pueden ser: Crowd employment, se trata del uso de una plataforma online por parte de empresas o trabajadores donde contactan con otras empresas o trabajadores para que proporcionen servicios o productos específicos a cambio de una remuneración; Casual Work, éste no se rige por horarios y solo son contratados para suplir necesidades puntuales, y ahora también Job sharing.
Las características del ‘job sharing’
Es este último el modelo que ha revolucionado el mercado laboral europeo. Y es que, según un estudio de la consultora alemana Robert Half, 1 de cada 4 empresas en Europa ya oferta este tipo de puestos, cifra que aumenta hasta el 48% en el caso de Reino Unido. Sin embargo, en España cuesta encontrar empresas que ya lo estén implantando. Consciente de ello, IMF Business School ha analizado cuáles son las características que definen esta nueva forma de trabajar:
- Un equipo formado por dos. Así es. Esta nueva forma de trabajar requiere de dos empleados. Ambos trabajaran codo con codo en todas las laboras a llevar a cabo.
- Un solo puesto. En esta nueva forma de trabajar los dos empleados comparte un único puesto con todo lo que ello conlleva: horario, tareas, responsabilidades…
- ¿Qué sucede con el sueldo? También se comparte. Este reparto aumenta de forma destacada la flexibilidad de los empleados, que pueden conciliar más fácilmente su vida laboral y familiar. Como contraparte negativa, repartir el horario puede hacer que el sueldo se reduzca.
- Dos modalidades bien diferenciadas. Responsabilidad compartida, son iguales y comparten todas las responsabilidades del trabajo. Responsabilidad dividida, aquellos casos es los que es más fácil de dividir el proyecto en tareas específicas.
- El buen rollo, clave del éxito. Este tipo de puesto sólo funciona cuando los dos trabajadores se llevan bien y existe una relación de igualdad, así como una comunicación eficaz y regular.
Para Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, «el mercado laboral vive un momento de transformación en todos los aspectos y tanto las empresas como las escuelas y universidades estamos obligados a adaptarnos a él y formar a empleados capaces de dar respuesta a estas nuevas demandas. Por ese motivo, desde IMF Business School trabajamos y desarrollamos nuestros programas de la mano de empresas líderes en cada uno de los sectores”.
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