Los Consejos de Administración cumplen un papel clave a la hora de fomentar una cultura corporativa que promueva la innovación, la diversidad y la inclusión en las compañías. El estudio Top priorities for boards in 2019 de EY señala que los activos intangibles (entre ellos, todo lo relacionado al talento) representan el 52% del valor del mercado de una organización y pueden llegar a alcanzar incluso el 90% en algunos de los sectores.
El estudio de EY apunta que los Consejos de Administración son conscientes de la importancia que tiene la supervisión del talento y la cultura para impulsar la rentabilidad y la reputación de una organización. Por ello, es conveniente contar con métricas de desempeño, aprendizaje y tasas de deserción, diversidad e inclusión.
Jaime Sol, Socio de EY responsable de People Advisory Services (PAS): «La cultura corporativa debe ser considerada un activo estratégico porque permite aumentar el compromiso de los grupos de interés y porque es un reclamo para atraer talento. Los objetivos de diversidad de las compañías deberían quedar reflejados en sus planes estratégicos para alcanzar el liderazgo. Hay tres elementos fundamentales para asegurar la diversidad en las organizaciones: la formación, el plan de carrera y la compensación justa”.
La digitalización y el impacto de la robótica, la automatización y el análisis de datos continuarán transformando los negocios y el mundo laboral. Por esta razón, es conveniente que las empresas expandan el uso de la tecnología, retengan al mejor talento y redirijan su trabajo hacia áreas más estratégicas.
Aparte de agilizar los temas relacionados con el talento y potenciar la cultura como un activo estratégico, los Consejos de Administración tienen también estas otras prioridades marcadas en su agenda para 2019: aprovechar la dualidad de la estrategia, transformar la gobernanza de la gestión de riesgos, fortalecer la comunicación y el compromiso de los grupos de interés y continuar mejorando el rendimiento de los Consejos.
En el primer caso (aprovechar la dualidad de la estrategia), el Consejo de Administración debe equilibrar la necesidad que tienen las organizaciones de crecer en el corto plazo con la de seguir invirtiendo para apostar por el futuro. Se trata de trabajar de forma colaborativa con el equipo gestor para definir una estrategia que posicione a la empresa para el éxito a largo plazo, percibiendo esta dualidad como una oportunidad para transmitir la fortaleza de la estrategia de la organización. Para ello, el Consejo debe revisar su estrategia cuestionándose si tiene sentido la reinversión que hace en sus negocios, productos o soluciones o si, por el contrario, es necesario definir una nueva.
Por otro lado, a medida que las compañías transforman sus modelos de negocio, los miembros del Consejo transforman su gobernanza en la gestión de riesgos. El estudio de EY revela que las organizaciones deben verificar si sus empleados tienen un conocimiento íntegro de los valores empresariales, código de conducta, prácticas empresariales éticas, así como un adecuado cumplimiento de los protocolos de seguridad física y cibernética.
Los Consejos de Administración también tienen el reto de potenciar la comunicación y el compromiso de los grupos de interés, ya que las empresas que comunican sus esfuerzos multidisciplinares e integrales de forma transparente son las que están mejor posicionadas para afrontar los nuevos tiempos de transformación.
Por último, EY señala como prioridad para los Consejos de Administración el continuar mejorando su rendimiento mediante evaluaciones constantes y rigurosas que permitirán, a su vez, actuar de forma más rápida, mejorar el flujo de información y la toma de decisiones.
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