The Adecco Group, líder mundial en la gestión de recursos humanos, quiere saber cuál es el grado potencial de satisfacción de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas españolas. Para ello, la compañía – junto con los investigadores de Barceló y Asociados – puso en marcha hace siete años el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente, profundiza en dicho grado de satisfacción así como en las oportunidades laborales del mercado laboral.
Para la realización del informe, se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral. En total, se analizan 16 sub-variables diferentes.
En esta entrega se hace balance de los resultados obtenidos durante el último trimestre de 2018, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA), que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Monitor Adecco: Análisis global
El Monitor Adecco ha tenido un incremento interanual de un 7,9% en el cuarto trimestre de 2018, que es la variación más alta que registra la serie histórica de nuestro indicador, que se inicia en 2005. Así, se ha alcanzado una calificación media de 6 puntos, la mayor desde 2008.
En cada uno de los últimos dos trimestres, son 15 las comunidades autónomas que han incrementado sus respectivas puntuaciones del Monitor Adecco. En los 13 años que cubre nuestra investigación, nunca se había alcanzado una proporción tan alta de regiones incrementando su calificación. La Comunidad Valenciana y Cantabria son las únicas autonomías que han sufrido descensos en nuestro indicador.
Por primera vez, Baleares, que hace un año se colocaba en la tercera posición, se alza hasta el primer puesto. Su calificación es de 6,9 puntos, que ha alcanzado tras un incremento interanual de un 11,1%. Así, desplaza a Navarra a la segunda posición, con 6,7 unidades (+3,7%). La Comunidad de Madrid, que hace un año estaba en el cuarto puesto, asciende a la tercera colocación, con 6,6 puntos (+6,5%).
En cuanto a las autonomías con menores calificaciones, Castilla-La Mancha cae a la última posición pese a su incremento interanual de un 0,5%, tres escalones por debajo que un año atrás. Canarias, con un aumento del 5,8%, supera a la autonomía manchega, con lo que ha podido abandonar la última colocación.
El incremento de un 6,4% en su calificación permite a la Región de Murcia escalar un peldaño, por lo que queda tercera por la cola. En esa situación se encontraba hace un año Galicia, pero gracias a su significativo incremento del 13,3%, ha mejorado cuatro escalones, para quedar en el 11º lugar del ranking.
Además de los casos ya mencionados de Galicia y Baleares, tiene un progreso significativo Cataluña (+24,4%, el mayor incremento a nivel autonómico).
Remuneración: se amplía la brecha salarial entre autonomías
Tras oscilar durante seis años (desde marzo de 2012 hasta diciembre de 2017) en un estrecho rango, entre 1.633 y 1.640 euros, el salario medio del conjunto de España ha iniciado un camino ascendente. Ahora alcanza a 1.657 euros mensuales. En términos de euros, es la cifra más alta que registran las estadísticas. El incremento interanual, de un 1,1%, es el sexto aumento consecutivo y el más amplio desde junio de 2012.
Pero esta evolución esconde diferentes situaciones para cada comunidad autónoma. Por un lado, trece autonomías presentan incrementos en sus respectivos salarios medios. De ellas, siete (Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Galicia, la Comunidad de Madrid y Navarra) alcanzan sus máximos niveles salariales medios registrados en las estadísticas.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid ya no presenta la remuneración más elevada. En efecto, tras un paréntesis de tres trimestres, el País Vasco vuelve a exhibir el mayor salario medio a nivel autonómico, con 1.965 euros mensuales (+1,8% interanual). Le sigue Madrid, que tras lograr un incremento de un 1,2%, eleva su remuneración media hasta 1.956 euros/mes.
Navarra y Cataluña conservan el tercer y cuarto puesto, respectivamente. En ambos casos, con incrementos significativos: +1,7% en Navarra (hasta 1.807 euros mensuales) y +2,3% en Cataluña (alcanzando a 1.764 euros por mes). Por sexto trimestre consecutivo hay una quinta autonomía que supera la media nacional: Asturias, ahora con una remuneración media de 1.663 euros/mes (el mismo nivel que hace un año).
En el otro extremo, Extremadura se mantiene en el último lugar (1.346 euros mensuales; aunque tiene una subida interanual de un 1,4%). La novedad es que Canarias pasa a situarse tercera por la cola (1.442 euros/mes; +1,5%) al haber podido superar a Murcia (1.433 euros/mes; -0,2%).
Baleares es la autonomía que registra el mayor incremento interanual, de un 3,2%, por lo que su salario medio es ahora de 1.594 euros. La situación opuesta es la de La Rioja, que obtiene el peor resultado entre todas las regiones de España, con un descenso interanual de un 1,1%, hasta 1.500 euros/mes.
Por el otro lado, hay otras cinco autonomías en donde el nivel de la remuneración media se sitúa al menos un 2% por debajo de su respectivo máximo. De este grupo, Extremadura es el caso más desfavorable (el actual salario de 1.346 euros mensuales es un 3,4% menor al máximo). Las otras regiones de este grupo son Castilla-La Mancha (1.473 euros/mes, 2,4% más bajo), Andalucía (1.469 euros/mes, 2,5% por debajo de su máximo), la Región de Murcia (1.433 euros, 2,6% inferior al mayor alcanzado) y La Rioja (1.500 euros, un 2,8% más bajo que el máximo).
El poder adquisitivo del salario
Cuando descontamos la inflación de la evolución del salario, obtenemos la variación de su poder de compra. Tras caer en 2014, 2015 y 2016, los precios al consumo empezaron a recuperarse ligeramente, tal y como sucede hoy en día. Esto, en cambio, ha alterado por completo la evolución del poder de compra del salario. Si en el trienio 2014-2016 predominaron los aumentos de esta capacidad de compra, desde marzo de 2017 son más las comunidades autónomas que ven como la capacidad adquisitiva de su sueldo baja que las que la ven subir. En el presente Monitor Adecco, 15 regiones pierden poder de compra.
Considerando las variaciones acumuladas en los últimos ocho trimestres (período que considera el Monitor Adecco para analizar las variaciones del poder adquisitivo del salario)puede verse que el salario medio del conjunto de España, que en diciembre de 2016 ganaba el 0,9% de su poder de compra, en la actualidad pierde un 2,3%.
El caso general, que comprende a 13 regiones, es el de aquellas que hace un año mostraban un deterioro en el poder de compra del salario medio y ahora siguen mostrando una caída en el mismo. Dentro de estas autonomías, las caídas más pronunciadas han ocurrido en Murcia (-5,3%), Andalucía, Castilla-La Mancha y La Rioja (en los tres casos, una caída de un 3,9%).
En las restantes cuatro autonomías hay dos situaciones diferentes. Una es la de Cantabria y Asturias, que hace un año mostraban un aumento en el poder de compra de sus respectivos salarios medios y ahora exhiben una caída (-1,7% y -0,8%, respectivamente). La otra es la de Baleares y Navarra, con la situación opuesta: hace un año mostraban un descenso en su capacidad adquisitiva y ahora presentan una mejoría (+1% y +0,8%, respectivamente).
Cuando las variaciones del poder de compra del salario medio que se acumularon a lo largo de los últimos ocho trimestres se expresan en términos de euros en lugar de hacerlo en porcentajes, las diferencias se aprecian mejor.
En el caso del salario medio nacional, la pérdida de un 2,3% de su poder de compra equivale a que el asalariado medio español tiene, al cabo de un año, 467 euros menos en su bolsillo de los que tenía hace dos años.
A lo largo de los últimos dos años se han acumulado diferencias en el poder de compra del salario medio de las distintas autonomías de hasta 1.148 euros por año. Tal es el resultado de sumar el incremento observado en Baleares (187 euros/año) con la pérdida registrada en la Región de Murcia (961 euros/año).
Seguridad en el empleo
El Monitor Adecco entiende el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, el paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido. En la media de este apartado, Baleares es la comunidad con mayor seguridad en el empleo, seguida de Cantabria y Extremadura.
El paro de larga duración se reduce
Desde marzo de 2015, todos los trimestres han mostrado al mismo tiempo tanto una caída del número de parados de larga duración (llevan dos años o más buscando empleo) como de corta duración. Hasta marzo de 2016, la mayor parte de parados que abandonaban esa situación llevaba menos de dos años en el paro, por lo que la proporción de los parados de larga duración continuaba en ascenso. Desde entonces (los últimos once trimestres) ocurre lo contrario: la mayor parte de las personas que logran salir del desempleo son parados de larga duración.
En el cuarto trimestre, este colectivo se ha reducido en 276.300 personas, mientras que el grupo de parados de corta duración lo ha hecho en 186.100 personas. Así, ahora se cuentan 1,1 millones de parados de larga duración frente a 2,2 millones de desempleados de corto plazo. Ese número de parados de larga duración es el más reducido desde diciembre de 2010 y resulta menos de la mitad que el máximo de más de 2,4 millones alcanzado en marzo de 2014.
Considerando la media de los últimos cuatro trimestres, un 34,9% de los parados está en esa situación desde hace al menos dos años. Es la proporción más baja desde septiembre de 2013 y 3,5 puntos porcentuales inferior a la de un año antes.
Esta proporción ha disminuido en todas las autonomías excepto en Canarias donde se ha incrementado 0,6 puntos porcentuales. Este incremento, aunque ligero, supone que el archipiélago pase a ser la región con mayor porcentaje de parados de larga duración (40,7%). Junto con Asturias (40,2%) son las dos únicas comunidades con una proporción mayor del 40%.
Baleares continúa siendo, por amplia diferencia, la comunidad con menor proporción de parados de larga duración, con un 17,2% (caída interanual de 3,5 puntos porcentuales), que es ligeramente menos de la mitad que la media nacional. El resultado obtenido por la comunidad balear es el mejor, para cualquier autonomía, en siete años. Le siguen La Rioja, con un 28,9% (descenso de 7,7 p.p., que es la mayor contracción a nivel autonómico) y Cataluña (29,1%, con una caída de 5,8 p.p.).
Más proporción de desempleados que cobran prestación
Si tenemos en cuenta que la prestación por desempleo tiene una duración máxima de dos años, está claro que la reducción del paro de larga duración está vinculada con el aumento de la proporción de parados que cobra una prestación por desempleo[5].
En efecto, esta variable se ha incrementado en cada uno de los últimos 12 trimestres. Durante este periodo, un 61,1% de los parados españoles ha recibido una prestación. Es la mayor proporción desde diciembre de 2011 y 6,4 puntos porcentuales más alta que un año atrás.
Este indicador ha mejorado en 15 regiones salvo en Navarra (-2,5 p.p.) y Asturias (-0,8 p.p.) donde la proporción ha bajado hasta el 58% y el 59,2%, respectivamente). Hay solo tres regiones con más de un 70% de sus parados cubiertos: Baleares (89,9%, el mejor resultado para cualquier autonomía en los últimos siete años y medio, +13,4 p.p.), Extremadura (78,4%; +9,5 p.p.) y Cantabria (75,9%, +16,8 p.p., que es el mayor incremento a nivel autonómico). Es decir, en el archipiélago balear, solo un 10,1% de los desempleados no recibe prestación económica.
La única comunidad que tiene menos de la mitad de sus parados alcanzados por una prestación por desempleo es Madrid (47,5%).
Más empleo, más siniestralidad laboral
Si en la primera mitad de 2018 parecía que la tendencia ascendente de la siniestralidad laboral, que se había iniciado a finales de 2013, estaba haciendo una pausa, la segunda mitad del año pasado ha desmentido tal hipótesis. Aunque el incremento de la siniestralidad no ha sido de gran magnitud, resulta suficiente para observar que la tendencia al alza se ha retomado. Concretamente, se han registrado 68,9 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados (+2,9% interanual), que es el valor más alto desde septiembre de 2011.
Esto queda ratificado al ver que 15 autonomías han aumentado sus datos de siniestralidad. El País Vasco (73,3 accidentes cada 10.000 ocupados; -1,4% interanual) y Canarias (68,9 incidentes, lo mismo que la media nacional; -3,1%), son las únicas excepciones.
Baleares continúa como la comunidad con mayor proporción de accidentes laborales: 93 siniestros que causaron baja cada 10.000 ocupados (+1,4%). Para el archipiélago resulta la mayor siniestralidad
en nueve años; ninguna autonomía alcanzaba una cantidad semejante de accidentes laborales desde septiembre de 2010. Le siguen Navarra (80,9; +11,9% interanual, el mayor incremento a nivel autonómico) y Andalucía (73,9; +1,6%).
En la situación opuesta, hay solo dos regiones con menos de 60 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados: Cantabria (57,8; tras un aumento interanual de un 4,7%) y la Comunidad Valenciana (59,9; +4,9%).
Pese a la evidente tendencia ascendente que exhibe la siniestralidad laboral (desde el mínimo de 2013 hasta ahora ha aumentado un 19%, pasando de 57,9 accidentes cada 10.000 ocupados a los ya mencionados 68,9), no puede dejar de mencionarse que los actuales niveles siguen resultando muy bajos respecto, por ejemplo, de 2007, antes de la crisis. En dicho año, en el conjunto de España se contaban 112,4 siniestros cada 10.000 ocupados. Esto implica que la siniestralidad actual es un 39% más baja que la de 2007.
La misma conclusión se puede alcanzar cuando se observan los datos de cada comunidad autónoma. La excepción es Asturias, pues es la única región que presenta ahora una menor siniestralidad que en 2013 (1% más baja). Navarra (+40%) y Baleares (+35%), son las comunidades en las que más ha crecido la siniestralidad entre 2013 y 2018. El caso opuesto lo representan Canarias y el País Vasco, donde el incremento ha sido de un 4% y 11%, respectivamente.
Cuando comparamos el nivel actual de siniestralidad laboral con el de 2007, encontramos que Canarias y Asturias presentan los mejores resultados, con recortes, respectivamente, de un 45% y 44%. Por el contrario, las dos regiones en las que la reducción de la proporción de accidentes laborales es más baja con relación a 2007 son Navarra y Extremadura; en ambos casos, el descenso es del 27%.
Oportunidades de empleo y desarrollo personal
Esta es la única área del Monitor Adecco en la que prevalecen los descensos en la puntuación, con solo cinco autonomías avanzando y doce retrocediendo.
Cae la tasa de paro en todas las autonomías
La tasa de desempleo ha bajado en todas las autonomías simultáneamente. En España, el descenso interanual del paro ha sido de 2 puntos porcentuales, hasta el 15,3%. Aunque elevada, es la tasa más baja desde junio de 2009 e implica un descenso total de 10,8 puntos desde el máximo alcanzado a finales de 2013, del 26,1%. En este mismo periodo hay cuatro autonomías que han reducido la tasa de paro en más de 12 puntos: Andalucía, Canarias, la Comunidad Valenciana y Murcia.
Otra forma de ver la mejoría cuantitativa del mercado laboral es comprobar que ahora hay 11 autonomías con una tasa de paro inferior al 15%. Hace tres años, solo Navarra y el País Vasco estaban en esa situación. Además, por primera vez desde hace 9,5 años, no hay ninguna comunidad con una tasa de desempleo superior al 24%.
Las tres regiones con menor tasa de paro son Navarra, el País Vasco (10% en ambos casos) y La Rioja (10,4%). En la situación opuesta hay tres regiones en donde la proporción de parados es de más del doble que en estas tres autonomías. Son Extremadura (23,6%), Andalucía (23%) y Canarias (20,1%).
Proporción de empleos cualificados
La proporción de empleos cualificados ha tenido un ligero incremento interanual de una décima, con lo que alcanza al 32,7%. Aunque por una ligera diferencia, es la mayor proporción desde junio de 2014. Nueve autonomías presentan un incremento en esta proporción mientras ocho hacen lo contrario.
La creación de puestos cualificados ha sido muy variada entre las diferentes regiones. Encabeza el crecimiento Navarra, con un aumento interanual de un 15,1%, seguida por Cataluña (+9,9%) y Canarias (+7,8%). En cambio, Cantabria y la Comunidad de Madrid son las únicas donde ha disminuido este empleo (-0,6% y -0,3%, respectivamente).
En todo caso, la autonomía madrileña sigue siendo la que tiene una mayor proporción de trabajadores ocupados en una categoría cualificada (44,6%), seguida por el País Vasco (36,3%), Cataluña (35,3%) y Asturias (35%).
Conciliación entre la vida personal y la profesional
Según este bloque de variables y las calificaciones que se obtienen, la Comunidad Valenciana es la mejor autonomía para conciliar vida personal y laboral, seguida de Asturias y de Aragón.
Menos jornada parcial
El empleo a tiempo parcial continua con la tendencia descendente que inició a comienzos de 2015, junto con el inicio de la recuperación económica.
Durante el último año, el 84% de los puestos de trabajo creados han sido a tiempo completo, por lo que ha bajado la proporción de ocupados a tiempo parcial (14,6%; 3 décimas menos que hace un año). Es la proporción más baja desde diciembre de 2012.
De esta forma, España se aleja de los países más avanzados de la Unión Europea, donde la importancia del empleo a tiempo parcial es significativamente mayor, potenciando las posibilidades de conciliar la vida laboral con la personal.
Por ejemplo, en Holanda, la mitad de la población trabaja a tiempo parcial, mientras que lo hace 1 de cada 4 en otros países como Austria, Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Bélgica y Suecia. La media de la Europa de los 28 es un 20,2%. España se coloca por delante de países como Portugal (10,7%), Grecia (9,3%), Polonia (7,2%), Hungría (4,8%) o Bulgaria (2,1%).
Pese al retroceso de la proporción de personas que trabajan a tiempo parcial, esta ha crecido en 9 autonomías, se ha mantenido en 2 y ha caído en las restantes 6: la Comunidad Valenciana, Cataluña, el País Vasco, Andalucía, Canarias y Baleares.
Y pese al retroceso, la comunidad vasca sigue siendo la región con mayor penetración del empleo a tiempo parcial, con un 16,3% (-0,9 p.p.), aunque ahora igualada con Navarra (+0,3 p.p.).
Baleares (12,1%; -0,7 p.p.) y la Comunidad de Madrid (13,1%; +0,3 p.p.) son las regiones donde esta modalidad laboral encuentra una inserción más baja.
Teletrabajo: un avance lento
El número de personas que dice trabajar al menos ocasionalmente desde su hogar muestra una clara tendencia ascendente desde 2006, aunque con una pausa en el bienio 2014-2015 (primera etapa de la recuperación económica). Desde entonces, la cantidad de personas que teletrabajan ha vuelto a subir. Ahora, es un 7,4% del total de ocupados los que se benefician del teletrabajo, 2 décimas más que un año antes. Son 1,44 millones de trabajadores, poco más de 1 de cada 14 ocupados.
Las regiones donde hay una mayor presencia del teletrabajo son la Comunidad de Madrid (9,9%; +0,3 p.p. interanual), Andalucía (8,5%, tras un incremento de 4 décimas), Asturias y la Comunidad Valenciana (8,1% en ambos casos; +0,7 p.p. en el primer caso y -0,1 p.p. en el valenciano). Estas cuatro son las únicas comunidades en las que los teletrabajadores son más del 8% del total de ocupados. Tanto para Madrid como para Andalucía, sus actuales proporciones de teletrabajadores constituyen un máximo histórico.
En el extremo contrario, hay solo dos autonomías donde esta modalidad laboral alcanza a menos del 6% del total de ocupados. Son Baleares (5%, con un descenso interanual de una décima) y Cataluña (5,4%; +0,3 p.p.).
Conflictividad laboral
El número de huelgas en nuestro país ha revertido la senda ascendente de 2017 con descensos en cada uno de los cuatro trimestres del año pasado. Actualmente se registran 12,7 conflictos cada 100.000 empresas (caída interanual de un 8,8%). Es una cifra inferior a la de los años anteriores a la crisis, excepto 2005, y es prácticamente la mitad del número de conflictos que se registraron en 2013, cuando se contaban más de 20 cada 100.000 empresas.
Solo tres autonomías han visto crecer su cantidad de huelgas. Castilla y León (+54,2% interanual), Aragón (+16%) y País Vasco (+23,6%). Este último incremento ratifica a la autonomía vasca al tope de la tabla, con 94,5 huelgas cada 100.000 empresas. Le siguen Navarra (57,9 conflictos; -5,9%) y Cantabria (36,4; -1%).
Apenas hay tres autonomías donde se cuentan menos de 6 conflictos cada 100.000 empresas. Son los casos de Castilla-La Mancha (5,4 huelgas, con un descenso interanual de un 32,6%), Baleares (5,2 conflictos; caída de un 60,1%, el más marcado del conjunto autonómico) y Canarias (4,1 huelgas, que se han reducido un 55,2%).
Junto con el descenso en el número de huelgas, se ha reducido notablemente la cantidad de trabajadores participantes en las mismas. En el conjunto de España, han descendido un 88,1% interanual (el primer descenso en dos años), para caer a 7,6 huelguistas cada 10.000 ocupados. Es el resultado más bajo en al menos 17 años.
Ese resultado está decisivamente influido por los datos de Cataluña. En esa autonomía, el número de huelguistas se multiplicó casi por 10 a finales de 2017, llegándose a contar casi 220 participantes en huelgas cada 10.000 ocupados. Durante 2018 esa cifra se ha normalizado. Como este indicador utiliza las medias móviles de cuatro trimestres, el impacto de la mayor participación en huelgas de finales de 2017 se ha ido corrigiendo a lo largo de 2018, cerrando el año con apenas 2,8 huelguistas cada 10.000 ocupados, que es el tercer menor dato a nivel autonómico. Más que por un empeoramiento y posterior mejoría de la situación laboral, se trata del efecto de las huelgas convocadas a finales de 2017 a raíz del conflicto político en esta autonomía.
Más allá del caso catalán, hay seis regiones en las que el número de huelguistas se ha reducido a menos de la mitad: la Comunidad de Madrid (-81,6% interanual), Extremadura (-77,9%), la Región de Murcia (-76,6%), Galicia (-68,7%), Cantabria (-68,5%) y Asturias (-59,6%).
Extremadura pasa a ser la autonomía con menos huelguistas (1,2 cada 10.000 ocupados). Le siguen Cataluña y Baleares, ambas con 2,8 huelguistas (-98,7% en el caso catalán y -47,7% en el balear).
El País Vasco continúa siendo la región con mayor participación en huelgas, con 126,7 huelguistas, siempre cada 10.000 ocupados (pese al descenso interanual de un 22,6%). Por detrás se colocan Galicia (29,6 participantes; -68,7%) y Navarra (19,8 huelguistas, con un incremento de un 12,9%).
Además de Navarra, las únicas comunidades que han aumentado su participación en huelgas son Castilla y León (+39,8% interanual, hasta 15,8 huelguistas) y La Rioja (+27,8%, quedando en 8,2 participantes).
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