Los bonos de noches de hotel como método de fidelización

El mundo de la empresa es complejo. Esta es una afirmación de la que nadie puede dudar. Un universo en el que el cliente es la piedra angular alrededor de la cual gira todo. Porque, ¿qué sería una empresa sin clientes? La respuesta es sencilla: absolutamente nada.

Esta realidad nos lleva a llegar a una conclusión. Cualquier empresa, sin importar el tamaño de esta y sin importar el nicho al cual esté dedicada, debe disponer de los recursos suficientes no solo para satisfacer al cliente sino para hacer que este se sienta cómodo y lograr fidelizarlo.

Los bonos de noches de hotel como método de fidelización

Los denominados como bonos de noches de hotel tienen algunas ventajas realmente interesantes desde el punto de vista del cliente.

• Total flexibilidad. Gracias a este tipo de bonos clientes no tendrán la necesidad de consumir las noches de hotel en una fecha concreta. Solo tienen que decidir cuándo hacer uso de ellas y reservarlas.
• Los mejores hoteles. Con estos bonos de hotel ellos podrán acceder a hoteles de una categoría superior a unos precios realmente competitivos.
• Todos los destinos. ¿Qué destino han elegido? No importa si quieren un destino de costa, un destino rural o en el extranjero. Si por algo se caracterizan estos bonos de noches de hotel es por poder disponer de un hotel casi en cualquier lugar del planeta.

Gracias a este sencillo gesto los clientes verán recompensada su fidelidad hacia la empresa. Un hecho que, a buen seguro hará que su relación crezca y sea de mucha más calidad haciendo que el vínculo sea más estrecho. Y todo ello con la ventaja añadida de que seguramente el cliente continúe siéndolo en un futuro cercano y sin olvidar la mejora en la reputación que se puede dar de cara a otros potenciales clientes.

¿Cómo ofrecer estos bonos de noches de hotel?

Una vez que se tiene claro el conjunto de ventajas que puede llegar a tener el bono de noches de hotel, es el momento de saber cuándo obsequiar a nuestros clientes con ellos. Desde nuestro punto de vista son dos los momentos en los que este gesto puede tener una gran influencia sobre los clientes.

Cuando se realiza un determinado gasto

Siendo honestos con nosotros mismos, hay que decir que no basta con realizar una compra. Lo ideal, para que el cliente tenga derecho al bono debería ser cuando este llegue a una determinada cantidad. No en vano de lo que se trata es de recompensar su fidelidad. De esta manera, el hecho de dejar sin bono, al menos de momento, a todos aquellos que no alcancen ese volumen de compras, hará que este tenga un aire mucho más exclusivo y, en consecuencia, sea mucho más deseado por el resto de clientes o potenciales clientes.

Cuando se recomiende a un nuevo cliente

Dentro del mundo del marketing, todos sabemos la importancia que tienen los comerciales. Sin embargo, aunque su trabajo es vital, no hay que olvidar que requiere una inversión de dinero a tener en cuenta. Por ello, cada vez que un cliente recomiende nuestros servicios o productos a terceros, podría ser una buena idea obsequiarle con un bono de noches de hotel.

De todos modos también hay que ser conscientes de que cada caso es único y por ello puede ser que una determinada empresa o marca tenga su propia estrategia en base a otros valores o en base a otros objetivos. Unas estrategias que pueden no ser estas y, por supuesto, obtener gracias a ellas los mismo resultados.