La cultura del vino se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos y culturales de España. Y es que, según datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino el enoturismo ha aumentado un 28% en nuestro país. Esto supone un impacto económico que, sólo en 2018, fue de 67 millones de euros.
De hecho, las visitas a bodegas y museos del vino han aumentado un 24% durante el último año. En total, más de 3 millones de personas anualmente las visitan en las diferentes rutas del vino en España: “En España la tradición vinícola está muy extendida, lo que genera un impacto positivo en muchos sectores, tanto a nivel turístico como cultural”, aseguran fuentes de CEAC, centro de formación a distancia que inaugura el Curso de Enología y Sommelier.
Interés nacional
En esta misma línea, el mercado nacional sigue siendo el principal consumidor de productos relacionados con el vino: “En España hay mucha cultura del vino, y hay una necesidad de saber más acerca de su origen y su entorno, más allá del consumo” según fuentes de CEAC. Sin ir más lejos, el 73,79% de los visitantes a bodegas y museos del vino en nuestro país son españoles, según la Asociación Española de Ciudades del Vino.
Un sector clave de la economía española
Además, el informe de la AECV ha vuelto a situar a otoño y primavera como las temporadas preferidas para realizar enoturismo, superando por primera vez al mes de agosto con 361.414 visitas de turistas. Los meses de octubre (359.204 visitas) y abril (354.735 visitas) son los más fructíferos en la llegada de visitantes, seguidos muy de cerca de septiembre y mayo.
Por otro lado, los lugares más destacados son las bodegas y museos de las Rutas del Vino y Brandy del Marco de Jerez (con 501.783 visitantes) y la Ruta del Vino y el Cava del Penedès Enoturisme Penedès (con 486.388 visitantes).
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