El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha reconocido que las empresas son las que han sacado a España de la crisis, aunque aún les queda un importante camino que recorrer en su proceso de internacionalización. El secretario de Estado ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el Observatorio Colón, encuentro organizado por la consultora especializada en gestión de capital humano PeopleMatters y patrocinado por Cigna, líder mundial en comercialización de seguros de salud. El Observatorio Colón es un foro que reúne a los directivos de Recursos Humanos de las principales empresas españolas y de multinacionales con intereses en España para intercambiar puntos de vista sobre estrategia y tendencias empresariales.
“Talento e internacionalización” es el título de la ponencia con la que Jaime García-Legaz ha explicado que las compañías españolas solo están a medio camino de su proceso de internacionalización. “El sector exterior es el que ha tirado de la economía y nos ha aportado un balón de oxígeno dando un espectacular salto hasta representar un 35% del PIB y colocarnos como segunda potencia exportadora en Europa”, ha asegurado. “Es cierto que muchas han salido en busca de la demanda que no existía dentro pero si no avanzan en ese camino pagaremos la factura en un futuro”, añadió.
Las cifras que debe marcarse como objetivo nuestra fuerza empresarial son, en opinión del responsable de Comercio, una exportación del 40% del PIB en manos de hasta 200.000 compañías.
Entre las principales asignaturas que deben superar las empresas españolas García-Legaz señaló la inexistencia de una “clase media” entre las marcas exportadoras: “Tenemos grandes compañías que compiten con cualquiera en sus mercados y muchas pequeñas enfocadas a su nicho; pero las firmas medianas se conforman con hacer negocio local y tienen una visión limitada para salir fuera. Tenemos que cambiar ese tejido productivo”, ha afirmado.
Como pautas de mejora, el secretario de Estado apuntó a: la economía digital, que ha avanzado mucho en el mercado nacional pero se ha mostrado tímido para dar el salto internacional; la empresa familiar, que se encuentra cómoda sin abrirse a la entrada de capital y las injerencias que supone en la gestión del día a día; y la cultura de nuestro país, que mantiene un importante déficit en el dominio de idiomas el intercambio de directivos.
Aparte de la educación, García-Legaz considera que España arrastra rémoras culturales también en aspectos cruciales como la escasez de patentes: “Es verdad que nuestra I+D+i está por debajo de lo que debería pero no es por falta de inversión pública, sino privada; nuestro sistema de incentivos ha estado más orientado a las publicaciones y se da la paradoja de que compañías de otros países han registrado patentes basadas en trabajos de españoles publicados de forma gratuita”, comentó.
No obstante, bajo su punto de vista, la internacionalización de la empresa española debe ser ajena a los cambios en la Administración: “los gobiernos pueden influir en la medida en que establezcan un marco que promueva el negocio en el exterior pero es un trabajo más técnico que político: facilitar los permisos de trabajo, los visados, el emprendimiento… pero el reto lo tienen que asumir las propias empresas”.
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