La movilidad del talento internacional obliga también, en muchas ocasiones, al desplazamiento de la familia. Sin embargo, es importante conocer cómo será la situación de sus hijos en el país de destino. Es por ello, que desde EMS (Employee Mobility Solutions) proponen 2 consejos para aminorar las inquietudes que pueda sufrir el niño en una expatriación:
Dejando que participe de los planes de la expatriación: hay que asegurarse de que los hijos conozcan los planes con antelación. Además, una de las mejores formas de ganarse la confianza de los niños es involucrarlos en el proceso desde el principio. Hay diferentes formas de implicarles en la aventura:
- Haciéndolos partícipes en la búsqueda de colegio y vivienda.
- Dejarles que escojan su habitación y la diseñen según sus preferencias.
- Apuntándolos a cursos de idiomas y a actividades extraescolares.
- Pedirles ayuda con los trámites administrativos: matriculación en una escuela extranjera, solicitudes de pasaporte o visado o etc.
- Aprendiendo con ellos cosas acerca del nuevo destino, consultando mapas, leyendo guías, sugiriéndoles que seleccionen los primeros lugares que visitarán.
Poniéndoles en contacto con padres que han pasado exitosamente por una situación parecida: nos referimos a expatriados ‘seniors” a aquellos hijos que han conseguido tener éxito en su carrera y vida profesional.
Según un estudio realizado por el IESE y Ernst & Young, un 54% de expatriados afirmaron que sus familias no estaban satisfechas con la decisión de aceptar una asignación en el extranjero. Esto está condicionado por los miedos que existen ante una mala adaptación al país de destino, tanto del propio expatriado como del cónyuge y sus hijos. En gran parte movido por el cariño a tu lugar de origen, amistades, costumbres, etc. No obstante, “la experiencia de las familias nos ha demostrado que los niños suelen aclimatarse a la vida en el extranjero con una rapidez asombrosa”, explica Ana Gazarian, CEO de EMS.
Por otra parte, el estudio de “Global Expatriates Observatory” revela que el 22% de los expatriados encuestados procede de familias que han vivido en el extranjero, mientras que el 19% proviene de familias multiculturales.
Los niños son capaces de crear su propia cultura de expatriados, adoptando aspectos de cada cultura. A estos se les llama en inglés Third Culture Kids (TCK o niños de tres culturas). El TKC crea vínculos con todas las culturas sin identificarse por completo con ninguna de ellas.
Ana Gazarian, CEO de EMS, explica que “no podemos asegurar que una expatriación resulte exitosa con estas recomendaciones, pero sin duda jugarán un papel clave si de antemano hemos logrado seleccionar el perfil idóneo para cada asignación internacional”.
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