Con las vacaciones llegando a su fin, hay mucha gente que ve con auténtico terror la vuelta al trabajo. Tras largos días de asueto volver a trabajar es un proceso duro. Sin embargo, hay maneras de sobrellevarlo mejor y que no sea muy “cuesta arriba”. Un pensamiento positivo es fundamental para que no nos invada la sensación de tristeza. Precisamente para combatirlo y hacer de la vuelta algo agradable, Kiwi.com, el metabuscador de viaje especializado en conexiones de vuelos, ha buscado cinco pautas para relajarse y disfrutar de la vuelta:
1. Pensar a corto plazo
Aunque nos gusta recordar los momentos vividos en vacaciones, es importante centrarse en el momento y no pensar en el próximo verano. Hacerlo nos deprimirá aún más porque veremos que aún falta mucho. Es mejor pensar en el próximo fin de semana o puente. Esto nos animará ya que es más cercano en el tiempo y hasta podemos pensar planes a corto plazo que nos ayudarán a que la semana sea más llevadera.
2. Equilibra el trabajo y el tiempo de ocio personal
Está demostrado que volver después de un descanso, produce estrés y bajón emocional, pero este se hará más soportable si hacemos algo divertido cada día al salir del trabajo. Desde tomar algo, hasta ir al cine o ver una exposición, cualquier plan nos vale para que el bajón se sobrelleve mejor haciendo algunas de las cosas que hacíamos cuando estábamos de vacaciones. ¡Así, el equilibrio de ambas cosas y los planes, harán que las semanas pasen volando!
3. Desayuno largo antes de trabajar
Una de las características del verano son los largos desayunos en los que no nos preocupaba nada. Con levantarnos media hora antes, podemos repetir los mismos hábitos y estar un rato tranquilamente leyendo la prensa o deleitándonos con un completo desayuno. Esto nos dará energía para enfrentar el día y un pensamiento positivo porque nos recordará a las vacaciones.
4. Descanso: Dormir bien y dieta equilibrada
Es fundamental dormir al menos 8 horas y comer equilibradamente. Es sabido que dormir mal o poco o comer de manera caótica, nos pone de mal humor. Tener un buen descanso, preparar la noche anterior la comida que vamos a llevar al trabajo con platos poco contundentes (las comidas pesadas alargan la tarde y nos crea una incomodidad que nos desconcentra) y levantarnos pronto para ir con tiempo al trabajo nos asegura una jornada mucho más llevadera.
5. No te lleves el trabajo a casa
Si queremos mantener el descanso logrado durante las vacaciones, es importante dejar el trabajo en la oficina y no continuar en casa. Si continuamos “conectados” sólo lograremos estresarnos mucho más y antes de lo normal. El trabajo se queda en la oficina. Y el resto del día es tiempo libre para desconectar, al igual que hacíamos en vacaciones.
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