“Estamos en una fase de gestionar la industrialización, la calidad, enfocados más en las posiciones
Todos los trabajadores han tenido esa horrible sensación de hundimiento cuando apenas se dan cuenta de que han cometido un error. Por desgracia, no se puede evitar ya que los errores son una parte inevitable de la vida laboral diaria de cualquiera. Por ello, según Hays, multinacional británica especializada en la selección de profesionales cualificados, lo que realmente importa es qué actitud se toma frente estas equivocaciones, cómo presentar una solución viable para ellos y seguir adelante.
Para conseguirlo, Hays propone estas técnicas para enfrentarse correctamente a los fallos en el entorno laboral:
1) La honestidad es la mejor política: Si bien nadie espera la perfección, todo el mundo supone la honestidad en el lugar de trabajo. Al no reconocer un error, sólo se añade combustible a una chispa que encenderá un problema que será más difícil de controlar en un tiempo. Por lo tanto, cuando se cometa un fallo, lo mejor es no poner excusas y menos negarlo.
2) Crear un plan de acción: Antes de salir corriendo por admitir un error a la primera persona que se aparezca en la oficina, es mejor tomarse un momento para respirar profundamente, poner la situación en perspectiva y pensar una solución factible para que se solucione el error. Posteriormente, se tiene que decidir la persona más adecuada para contar el problema. Esto amortiguará el golpe, protegerá la reputación y restaurará la confianza con los compañeros de trabajo. Eso sí, no es conveniente tomarse demasiado tiempo en admitir el error, de lo contrario se corre el riesgo de dar la impresión de que no existe preocupación frente al jefe y los colegas.
3) Aprender de los errores: Una vez que se comete un error, lo mejor es analizar lo que salió mal y cómo evitar una situación similar en el futuro. ¿Por qué se olvida la fecha límite? ¿Cómo asegurarse de que no vuelva a suceder? Al reflexionar y cambiar las formas o la adopción de un enfoque diferente, se está demostrando un enfoque constructivo y proactivo.
4) Perdonarse a sí mismo y seguir adelante: Lo último que se tiene que hacer es rendirse, todo el mundo comete errores. No eres el primero, y sin duda no serás la última persona en cometer un error en el trabajo. Se recomienda no estresarse durante demasiado tiempo, tomar algún tiempo para reflexionar y lo más importante, perdonarse a sí mismo. Pasar vuelta de hoja y tener clara la mente con otros temas relevantes.
5) Que un error no destruya la confianza: Lo más importante es no permitir que un error deteriore la confianza y desinfle la pasión que se siente por el trabajo. Si la persona ha sido responsable, honesta, proactiva y abierta a cambiar la forma de hacer las cosas, es el momento de seguir adelante. Los errores suceden; la clave es no dejar que manche la vida laboral futura.
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