El nuevo presidente, Pedro Sánchez, ha elegido a la cacereña Magdalena Valerio como ministra de Trabajo. Licenciada en Derecho, la dirigente socialista fue consejera de varias carteras en los gobiernos de José María Barreda en Castilla-La Mancha, entre ellas las de Trabajo y Justicia. Fue una de las dirigentes que apoyó a Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz.
Con el triunfo del líder socialista, Valerio se incorporó a la Ejecutiva del PSOE como responsable de Seguridad Social y Pacto de Toledo. En ese puesto ha trabajado intensamente en los últimos meses formulando la propuesta de los socialistas en materia de pensiones en un momento de movilizaciones contra el Gobierno de Mariano Rajoy. A pesar de ser una de las dirigentes más afines a Sánchez, se quedó fuera del Congreso.
El debate de las pensiones en el Pacto de Toledo, del que formó parte cuando fue diputada en el Congreso entre 2011 y 2016, es uno de ámbitos que el nuevo presidente del Gobierno destacó como primordiales en sus intervenciones en la moción de censura.
Valerio ha compatibilizado esa labor en el partido con su trabajo como funcionaria Secretaria Provincial de la Consejería de Fomento en Guadalajara. A ese puesto de trabajo se ha dirigido este mismo miércoles antes de recibir el encargo de pilotar el departamento desde el que el Gobierno del PSOE tendrá que plantear cuestiones como hasta donde llega la derogación de la reforma laboral y tratar de impulsar un nuevo marco de relaciones laborales, que es una de las promesas de Sánchez.
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