El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer e IKEA en España muestra su compromiso todo el año para lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres a través de la iniciativa: «la igualdad es importante todos los días». Lo hace a través de testimonios reales de trabajadores como Jessica, Miriam, Judith, Ramón, Chema y Carlos, que ejemplifican cómo en las empresas se pueden dar muchos pasos en el camino de la igualdad. Mujeres en puestos de dirección, mujeres promocionadas o contratadas embarazadas, hombres con reducción de jornada o que hayan solicitado excedencia por cuidado de sus hijos y/o hijas.
Cuando tenemos las mismas oportunidades:
El 51,6% de nuestros puestos directivos los ocupan mujeres. Y 13 mujeres, entre directoras y subdirectoras, dirigen las 17 tiendas que tenemos en España.
Desde 2010, además, han entrado a formar parte del equipo IKEA 38 mujeres estando embarazadas.
Además, 28 padres han disfrutado de una reducción de jornada laboral y otros 52 de una excedencia para cuidar de sus hijos/as.
Para Elena López, Responsable de Diversidad «en IKEA la igualdad es una realidad y en el del Día Internacional de la Mujer, queremos seguir caminando hacia un mundo más igualitario y ser un ejemplo para nuestros clientes, proveedores y para la sociedad en general. En nuestro día a día, trabajamos por la igualdad de oportunidades y fomentamos que las personas que trabajan aquí sean ellas mismas, porque su singularidad hace de nuestra empresa un lugar mejor”.
IKEA firmó en 2011 su primer Plan de Igualdad con el objetivo de integrar aún más la perspectiva de género en la empresa y avanzar en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Está pensado para todos, es trasversal, preventivo y tiene el diálogo como principio.
De este plan han surgido diversas medidas pensadas para mejorar la vida de los empleados y empleadas dentro y fuera de los centros de trabajo. Es el caso del programa interno LYKTA, que tiene como principal objetivo la intervención social y que se materializa con una trabajadora social en cada uno de estos centros.
Estas profesionales, en aplicación de su disciplina, identifican, diagnostican e intervienen en las diferentes necesidades sociales de los empleados y empleadas y sus unidades de convivencia, ofreciendo un acompañamiento social en la resolución o mejora de situaciones complejas y/o aumentando su nivel de bienestar social y laboral.
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