Mobiliario con maderas naturales y materiales reciclados, iluminación natural, jardines verticales, terrazas ajardinadas, huertos, plantas, fuentes, vistas al exterior y espacios al aire libre donde tomar un respiroson algunos de los nuevos recursos de las oficinas del futuro. Estos elementos, junto a soluciones de equipamiento que se preocupan por la ergonomía y el bienestar del trabajador y la creación de entornos que favorecen la colaboración entre personas, la concentración, los encuentros informales o la creatividad, se implantan cada vez con mayor frecuencia en las empresas.
“El contacto con la naturaleza reduce el estrés, favorece el descanso, el rendimiento, alimenta la concentración, mejora el potencial de innovación, la imaginacióny mejora el bienestar en general. De ahí que la presencia de elementos naturales y de zonas verdes en los espacios de trabajoredunde en la productividad y la satisfacción de los empleados, y ayude a que se sientan más identificados con los valores de las empresas”, asegura Alejandro Pociña, presidente de Steelcase, referente mundial en el equipamiento de espacios de trabajo.
Así lo confirma también elInforme global de espacios humanos de Interfaceque constataque los niveles de bienestar y productividad aumentan un 13% en aquellos entornos que incorporan la naturaleza. Aquellos que tienen vistas a elementos naturales, como árboles, agua o el campo, presentan unos niveles de bienestar superiores a los que tienen vistas a entornos más urbanos, como edificios, carreteras y obras. No obstante, todavía un alto número de trabajadores sigue sin poder disfrutar del acceso a la naturaleza durante su jornada. Según señala el estudio, el 42% de los trabajadores de oficinas no tiene acceso a la luz del día, el 55% no tiene acceso a la vegetación y el 7% no tienen una ventana en su entorno. Debido a la optimización de la eficacia y del tamaño de los espacios de trabajo, estos se han convertido en lugares aburridos, agotadores y aisladores.
Las corporaciones empresariales apuestan así por reinventar sus espacios de trabajo para adaptarlos a los nuevos retos del futuro, donde se vela por el bienestar de los empleados. Optan por diseños con vistas al exterior, ya que la posibilidad de estar próximo a una ventana y disfrutar de luz solar y de vistas relajantes y agradables está relacionada con un mayor rendimiento. Al mismo tiempo se minimiza el riesgo de vista cansada y la monotonía que aportan los espacios cerrados. Este nuevo concepto de oficinas, enfocado a mejorar la experiencia del trabajador en el espacio de trabajo, además de motivar, inspirar a los empleados y reducir el estrés de las obligaciones laborales, apuesta también por la sostenibilidad y el ahorro de energía, gracias a que se aprovechan al máximo la luz solar.
“Disponer de vistas amplias y techos altos y poder moverse desde distintas perspectivas físicas, anima al cerebro a establecer nuevas conexiones y ver las cosas de diferente forma”, añade Pociña. En particular, la exposición a la naturaleza y a la luz del sol libera endorfinas en el cerebro que mejoran el humor y relajan la atención de las personas, fomentando su capacidad para influir en muchas ideas diferentes e imaginar enfoques alternativos, a la vez que es una opción más saludable al ayudar a sintetizar la vitamina D que aporta el sol.
En España, muchas grandes compañías ya se han sumado a esta nueva tendencia, es el caso de la nueva sede del BBVA en Madrid, que cuenta con cubiertas ajardinadas; la sede corporativa de Sanitas, que incorpora multitud de elementos orgánicos en todo el edificio, el jardín arbolado de Repsol o el Distrito C de Telefónica, sede de la compañía, un rascacielos en forma horizontal, habilitado con zonas verdes al aire libre, paneles fotovoltaicos, detectores de luz natural, etc.
En un mundo en el que abunda lo tecnológico y lo artificial, la vuelta a la naturaleza será un denominador común en las oficinas del futuro.
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