El secretario general de UGT, Pepe Ávarez, cree que 2018 será un «año de movilizaciones» porque, de lo contrario, será difícil conseguir que ciertas demandas sindicales salgan adelante, entre ellas la de lograr implantar en la negociación colectiva un salario mínimo de 1.000 euros brutos por catorce pagas.
Esta propuesta, pactada con CC.OO., se la planteará a la CEOE en la negociación del nuevo acuerdo de convenios, para el que los sindicatos no propondrán «la típica banda salarial», como sí hicieron para 2017.
Lo que harán, ha explicado Álvarez, es pedir a la patronal que se fije un salario mínimo de convenio de 1.000 euros y un porcentaje de subida salarial «en torno a» un determinado dígito, aunque el líder de UGT no ha querido adelantarlo porque aún está por cerrar con CC.OO. En todo caso, la cifra que podría barajarse estaría próxima al 3% y tendrá en cuenta el IPC, el poder adquisitivo perdido en los últimos años y la productividad.
Álvarez, en un encuentro con la prensa para presentar los retos del sindicato de cara a 2018, no oculta que conseguir un salario mínimo de convenio de 1.000 euros es un objetivo complicado de llevar a buen puerto, pero cree que «económicamente» es poco discutible, ya que favorecería el consumo interno.
«Yo creo que va a ser dificilísimo y sin movilizaciones casi que una tarea imposible. Pero creo que nos asiste la razón», ha defendido el líder de UGT, que ha añadido que lo único que le hacer ser «algo optimista» sobre las posibilidades de acuerdo son las declaraciones de algunos responsables de la patronal reconociendo que con 850 euros al mes no se puede vivir. «Ni va a ser fácil ni auguro que lo cerremos con acuerdo», ha admitido.
Álvarez sostiene que estos 1.000 euros de sueldo mínimo en convenio beneficiarían, sobre todo, a los trabajadores de la hostelería y de las empresas de servicios integrados, y no afectaría, en principio, a la viabilidad de las empresas.
«No cuestiona la viabilidad de ninguna empresa y si lo hace, qué le vamos a hacer. Los salarios de 750 euros cuestionan la viabilidad de muchas familias y entre cuestionar la viabilidad de alguna empresa y la de decenas de miles de trabajadores, es más importante lo segundo», ha subrayado.
MEDIDAS EN FAVOR DE LA IGUALDAD SALARIAL
Pero además de esta medida y del alza salarial aproximativa que demandará en la negociación con CEOE, UGT quiere que el nuevo pacto de convenios incorpore medidas sobre prevención de riesgos laborales y para luchar por la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
En este sentido, ha pedido a la patronal que «no arrastre los pies» hasta que haya una ley que le obligue a combatir la discriminación salarial y acepte «voluntariamente» tomar medidas en la negociación colectiva que permitan combatir la brecha salarial, que ha cifrado en torno a un 22%.
«La CEOE tiene que ser plenamente consciente de que si este tema no se aborda en los convenios, haremos una propuesta legislativa antes de que acabe el año», ha dicho Álvarez, que se ha mostrado partidario del modelo islandés, que obliga a las empresas a publicar los sueldos de los trabajadores y las trabajadoras.
Álvarez no es muy optimista de cara a la consecución de un acuerdo con la patronal para la negociación colectiva y tampoco lo es en lo que se refiere a las negociaciones con el Gobierno, al que ha reprochado su falta de diálogo.
«Este no es un Gobierno de acuerdos ni diálogos. El único acuerdo con peso ha sido el del salario mínimo interprofesional, pero si quiere que el tema del empleo se pueda acordar va a tener que esforzarse mucho, hacer propuestas y, sobre todo, escuchar las propuestas del resto de los agentes sociales porque si no, será difícil», ha indicado.
El sindicato pedirá además que el Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem), que es el que se utiliza para la concesión de ayudas, subvenciones y el subsidio por desempleo y que actualmente está situado en 537 euros mensuales, experimente la misma senda de subida que el salario mínimo: un 4% para 2018, un 5% para 2019 y un 10% para 2020.
DIMENSIÓN FEMINISTA EN UGT
Por otro lado, Álvarez ha explicado que con motivo del cumplimiento este año del 130 aniversario de UGT, procederán a revisar y actualizar los objetivos fundacionales de la organización, que apenas han cambiado desde su creación.
«Queremos actualizar a fondo el compromiso con los trabajadores, incorporar nuevos elementos, como el feminismo, el nuevo contrato social del siglo XXI o el propio funcionamiento del sindicato desde el punto de vista democrático y de participación. Queremos ser una organización activa en el tema del feminismo», ha destacado.
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