España seguirá creciendo a un ritmo del 2% en 2018, siempre y cuando no se produzcan elementos que contribuyan a un incremento de la aversión al riesgo y que deriven en una crisis mundial. Estas amenazas serían consecuencia, según se desprende del II Informe de Previsiones Económicas de IMF Business School, del excesivo endeudamiento de algunas economías occidentales y de la sobrevaloración de los mercados financieros.
Según se refleja, desde 2008 se ha producido en España un fuerte incremento de la deuda pública en casi 1 billón de euros y la deuda externa supera ya los 1,17 billones de euros, cifra que representa el 103% del PIB. Un escenario de aumento de la aversión al riesgo -como un incremento de los tipos de interés- podría derivar en una crisis. Si cayesen los precios de los bonos soberanos, en un entorno de aumento de los tipos de interés e incremento de las primas de riesgo, la economía española se vería perjudicada.
Europa y resto del mundo
El informe apunta además que nuestro país no cumplirá con los objetivos europeos de déficit, que se mantendrá por encima del 4%. No obstante, esta laxitud en cuanto a su cumplimiento, sumado al incremento del consumo público y a los aumentos salariales en algunas economías europeas, han sido claves para la recuperación del crecimiento en Europa. Con un panorama de recuperación y con la inflación estable, los tipos de interés oficiales se mantendrán alrededor del 0% en Europa y Japón y no se prevén incrementos en los tipos en Estados Unidos por encima del 1,5%.
Sin embargo, según los indicadores adelantados de la OCDE, si bien se apuntala el crecimiento económico de las áreas emergentes y una recuperación en el caso de Europa, los datos relativos a Japón, Reino Unido y de Estados Unidos implican un freno en recuperación de las expectativas de crecimiento en dichas áreas.
Fragilidad de los mercados financieros
Según el informe elaborado por el Departamento de Investigación de IMF Business School, de producirse una corrección bursátil, las caídas podrían oscilar entre el 10% y el 20% como consecuencia, principalmente de una fuerte sobrevaloración bursátil acompañada de un fuerte sentimiento alcista.
Además, esta mayor asunción de riesgos se ha traducido en una demanda de bonos de mayor vencimiento, aumentando más de un 50% y aproximándose en muchos casos a los 6 años que implícitamente tienen más riesgo ya que, ante un aumento de tipos de interés, mayores serían las pérdidas.
Perspectiva global
En este escenario, para el período 2018-2019 se podría producir un posible empeoramiento de las condiciones económicas globales cuyo detonante estaría en un aumento de la aversión al riesgo en los mercados financieros, y cuya razón fundamental estaría en el exceso de deuda, la ausencia de inversión productiva privada o caída del crecimiento potencial.
Cabe señalar que China, en su búsqueda de un modelo de crecimiento más basado en el consumo privado, experimentará un reequilibrio que implicará una disminución del ahorro, y, por tanto, menos necesidad de canalizarlo hacia la compra de activos soberanos en dólares. Un proceso que no se está desarrollando según lo previsto, de manera que el crecimiento del gigante asiático continúa en realidad basándose en la inversión y el sector exterior, registrando tasas de crecimiento superiores al 7%.
Petróleo
Por su parte, según el informe, el petróleo se mantendrá en el intervalo 60-80 dólares por barril siempre y cuando no se produzcan dos escenarios: por un lado, que supondría un precio a la baja, si se produce una fuerte aversión al riesgo en los mercados, que empujaría al barril por debajo de los 50 dólares. Y otro al alza que, derivado de las tensiones geopolíticas en el Medio Oriente podría llevarlo a cotizar por encima de los 100 dólares.
Otro de los aspectos que seguirá preocupando a los españoles es el desempleo. Según el informe elaborado por IMF Business School, la cifra se situará en el 16% por encima de la europea que oscilará entre el 7-10%.
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