Los ministros de Empleo de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo para igualar la remuneración que obtienen los trabajadores que son desplazados por su empresa a otro país del bloque comunitario de forma temporal a la que reciben los empleados del Estado miembro de acogida por la misma actividad.
En concreto, los Veintiocho fijaron este lunes, tras doce horas de negociación, sus líneas rojas de cara a las conversaciones que debe entablar ahora con el Parlamento Europeo, la otra institución europea con poderes legislativos, para reformar la directiva que regula los derechos de los trabajadores desplazados.
Así, los gobiernos de la UE han pactado que todas las normas sobre remuneración que se aplican a los trabajadores locales deben aplicarse también a los trabajadores desplazados. Además, la remuneración no incluye únicamente las cuantías del salario mínimo sino también otros elementos como primas o prestaciones.
Sin embargo, el acuerdo no consiguió un apoyo unánime de todos los socios europeos, que ya habían iniciado las negociaciones bastante divididos. Polonia, Hungría, Letonia y Lituania mostraron al final de la sesión su rechazo a lo acordado, mientras que Reino Unido, Irlanda y Croacia anunciaron que se abstendrían.
A pesar de ello, otros países que se habían opuesto en un principio a los principales puntos de la revisión, como Eslovaquia, Rumanía y República Checa, apoyaron finalmente el consenso alcanzado. España, que también era contraria a las nuevas reglas si no se acordaban disposiciones específicas para el sector del transporte, también se mostró a favor del documento final.
Con respecto a esta cuestión, los ministros decidieron que las provisiones de la directiva revisada se aplicarán al sector del transporte por carretera una vez haya entrado en vigor la normativa específica para este sector.
Otro de los asuntos que dividió en gran medida a los Veintiocho fue el periodo máximo que un trabajador puede ser considerado como desplazado. El acuerdo final recoge que se limitará a 12 meses que podrán ser extendidos por otros seis sobre la base de una notificación motivada aportada por el proveedor del servicio.
Además, los ministros de Empleo acordaron establecer un periodo de transposición de las normas de 3 años a las legislaciones nacionales y un año más antes de que se empiece a aplicar la directiva.
«Nuestra posición desde el principio ha sido que los trabajadores deben cobrar lo mismo por el mismo trabajo en el mismo lugar. Me alegra ver que los Estados miembros han apoyado esto ampliamente», ha destacado la comisaria de Empleo, Marianne Thyssen.
«Esto es justo para los trabajadores desplazados, que merecen las mismas condiciones de trabajo. Y es justo para los trabajadores locales, que no quieren ver recortados sus salarios. Muestra que en Europa podemos juntarnos, sentarnos en una mesa, dialogar y alcanzar un acuerdo justo y equilibrado», ha expresado la belga.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha celebrado que se haya logrado este acuerdo por lo que supone para reforzar el pilar social en la UE, según ha destacado en un debate sobre la Unión Europea en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
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