El Banco de España asegura en su último boletín económico que los crecimientos salariales nominales en la zona euro han mostrado en los últimos años una «moderación persistente» en la mayor parte de los sectores y países, con la única excepción de Alemania.
Así, argumenta, las tasas de variación salariales del área euro se sitúan lejos de los valores próximos al 2,5% del periodo de expansión previo a la crisis.
La entidad subraya que esta moderación de los salarios contrasta con la mejora del empleo, ya que el conjunto de la zona euro recuperó a mediados de 2016 los niveles de empleo precrisis –aunque las horas trabajadas permanecen aún por debajo– y existen «síntomas de escasez» de mano de obra disponible en algunos sectores y países.
Según el Banco de España, este proceso de moderación salarial en la eurozona se debe especialmente a los bajos niveles de inflación observados en el pasado y, en menor medida, al bajo crecimiento de la productividad. No obstante, existen otros factores que, en su opinión, podrían estar presionando a la baja los salarios.
Entre ellos, el organismo que gobierna Luis María Linde cita la mayor afluencia de inmigrantes registrada en años recientes y las reformas estructurales de algunos Estados miembros, «que podrían haber propiciado que, en algunos países y sectores, los sindicatos puedan estar otorgando prioridad en las negociaciones a la generación de empleo y mejora de las condiciones de trabajo frente a los incrementos salariales». En todo caso precisa que la evidencia en este sentido es «escasa».
El Banco de España sostiene también que el grado de holgura en el mercado de trabajo, superior al que se desprende de las tasas de paro convencionales, puede estar influyendo en la moderación de los salarios, al igual que los cambios en la composición del empleo.
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