UGT ha advertido este martes del «elevado riesgo de pobreza» entre los pensionistas y ha pedido al Gobierno que en 2018 revalorice las pensiones en función del IPC previsto en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El sindicato ha denunciado que de las 9.473.482 pensiones que se abonaron en 2016, la mitad no llegaron a los 677,6 euros mensuales, el límite que marca la exclusión social para 2016.
Las peor paradas, según UGT, son las pensiones de orfandad, ya que el 86% de ellas no supera el umbral de la pobreza. En el caso de las pensiones de viudedad, esta cifra es del 69%, y en el de las jubilación, del 40%.
Además, alega, la tasa de pobreza es mayor entre las mujeres mayores de 65 años que entre los hombres de ese mismo grupo de edad, lo que puede tener explicación en el hecho de que casi nueve de cada diez pensiones de viudedad, cuya cuantía es generalmente más baja, las perciben mujeres.
UGT afirma que la mayoría de las pensiones mínimas (seis de un total de 13 modalidades) se sitúa por debajo del umbral de la pobreza, situándose la pensión más habitual en España «claramente por debajo de este umbral», en 645 euros mensuales.
UGT considera esta situación «intolerable», por lo que ha reclamado a los Grupos Parlamentarios que deroguen la reforma de pensiones de 2013, al tiempo que ha pedido a los ciudadanos que participen en las marchas por la dignidad de las pensiones que, convocadas por UGT y CC.OO., partirán desde diversos puntos de España el 30 de septiembre para terminar su recorrido en Madrid el próximo 9 de octubre.
La organización que dirige Pepe Álvarez argumenta que el índice de revalorización de las pensiones contenido en la reforma de 2013 y el llamado factor de sostenibilidad, que desvinculan las pensiones de la evolución de los precios, producirán y están produciendo ya pérdidas de poder adquisitivo entre los pensionistas.
«El Gobierno cree que aumentando el empleo se incrementará el número de cotizantes y subirán las pensiones, pero, en primer lugar, el empleo que está generando con sus políticas es temporal y precario, de escasa cotización; y, en segundo, se necesitarían tres millones más de trabajadores con un salario medio de 23.000 euros para aportar cada uno 6.000 euros y acabar con el déficit actual de la Seguridad Social (18.000 millones de euros)», sostiene el sindicato.
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