El gigante norteamericano General Electric ha abierto la puerta hacia una postura más liberal respecto al tiempo de vacaciones de sus empleados. En concreto, la compañía ha comenzado a ofrecer un «enfoque permisivo» sobre el periodo de vacaciones pagadas de sus trabajadores, que no tendrán asignado un número de días libres de descanso.
La nueva política de la compañía es que los empleados puedan tomar días de descanso cuando realmente lo necesiten, eso sí, han de cumplir con una serie de metas laborales para que su trabajo no se quede sin hacer y han de obtener la aprobación de su jefe inmediato para poder irse de descanso.
De momento esta nueva política vacacional no afecta a todos los empleados de la compañía, sino que afectará al 43% de su plantilla, unos 30.000 trabajadores, según informa CNN Expansión.
Con el nuevo «enfoque permisivo», General Electric acaba con el establecimiento de un número de días de vacaciones, por enfermedad o por motivos personales y entra de lleno en un nuevo cambio de mentalidad que se está estableciendo en el sector empresarial de EEUU influenciado por Richard Branson, presidente de Virgin.
Branson defendía la libertad de los empleados y ejecutivos de alto nivel de cogerse vacaciones, ya que en el actual mundo de los negocio el horario de oficina ya no existe, con lo que si un empleado trabaja más horas de las que hasta ahora hacía entre semana, ve con buenos ojos que descanse los días que considere -siempre y cuando cumpla con su trabajo-.
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