El porcentaje de menores en hogares en los que ningún adulto tiene empleo alcanza el 10,9% en 2016 y baja tres puntos desde 2013, dato que aún duplica el de 2007, según el último Focus on Spanish Society, editado por Funcas.
De acuerdo con este estudio, el porcentaje de niños que viven en hogares en los que ninguno de sus miembros tiene empleo varía «notablemente» en la Unión Europea (UE-15), oscilando entre el 5,6% de Suecia y el 13,4% de Irlanda.
«Las cifras no ofrecen una imagen precisa de pobreza infantil, toda vez que este fenómeno también depende de las prestaciones públicas recibidas por las familias afectadas por el desempleo. Aun así, dan idea de la proporción de niños y adolescentes que viven en familias bajo condiciones específicas de preocupación y, en definitiva, estrés», han explicado desde Funcas.
En este sentido, han señalado que los datos de la EPA muestran una correlación positiva entre tener hijos y empleo en el caso de los varones. En 2016, más de cuatro de cada cinco hombres de entre 25 y 49 años que tenían uno o dos hijos estaban empleados, mientras que, entre los hombres del mismo grupo de edad sin hijos, la tasa de empleo era unos 10 puntos inferior. En el caso de las mujeres del mismo grupo de edad, en cambio, las que tienen hijos registran tasas de empleo más bajas.
Por otro lado, el estudio indica que aunque España (junto a Italia y Grecia) muestra uno de los mayores porcentajes de población de entre 18 y 59 años viviendo en hogares sin ningún miembro empleado, el porcentaje de menores en 2016 en este tipo de hogar era inferior al de países menos castigados por el desempleo, como Irlanda, Francia, Bélgica y Reino Unido. En estos cuatro países el porcentaje de menores de 18 años que vive en hogares en los que ningún adulto está empleado es mayor que el de adultos (18-59 años). Lo contrario ocurre en España, Italia y Grecia.
En relación con las prestaciones por desempleo, en España representaban en 2014 el segundo mayor porcentaje en términos de PIB (2,7%) de la UE, similar al de Irlanda, según los últimos datos de Eurostat que recoge Funcas. En primer lugar figuraba Bélgica, con un 3,4%, aunque su tasa de paro (8,5%) era, en ese mismo año, en torno a un tercio de la española (24,5%).
Por su parte, Irlanda y España han asistido, desde 2008, a importantes incrementos del gasto en prestaciones por desempleo en términos de PIB debido a la fuerte destrucción de puestos de trabajo. Ambos países han revertido la tendencia y han comenzado a reducir los desembolsos en los últimos años.
Mientras en 2014 en España las prestaciones por desempleo como porcentaje del total de prestaciones sociales ya se situaron en niveles anteriores a la crisis (en torno al 10%-11%), Irlanda dedicaba a esta función una mayor parte de sus recursos de bienestar que antes de la crisis (8,5% en 2007 y 13,8% en 2014).
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