Bajos tipos de interés y la escasa rentabilidad de los productos de ahorro clásicos son algunos de los detonantes que están motivando el desplazamiento de los ahorros españoles hacia los fondos de inversión. Los astros parecen haberse alineado a favor de este instrumento de ahorro que además está exento de tributación fiscal hasta el momento de su reembolso.
A pesar de estos avances, España se encuentra al nivel de Rumanía en lo que a fondos de inversión se refiere y sólo el 6% de las familias que ha invertido en activos financieros se ha decantado por este producto. Una cifra muy alejada del 42% de Estados Unidos y que supone el porcentaje más bajo de los cinco grandes países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España).
Ésta es la principal conclusión del estudio, desarrollado por Finanbest en colaboración con AFI, y en el que se ha tratado de realizar un análisis sobre la evolución del ahorro de los españoles y cómo influye la cultura financiera en sus decisiones de inversión. Para ello se han examinado los informes realizados por diversas fuentes institucionales, así como otros estudios de diferentes empresas privadas.
En todos ellos se pone de manifiesto la naturaleza conservadora de los españoles a la hora de gestionar sus ahorros, así como su tradicional aversión al riesgo. De hecho, de los más de 2 billones de euros de ahorro financiero de las familias españolas en 2016, la cifra acumulada en fondos de inversión se ha situado en sólo 195.000 millones de euros. A pesar del repunte experimentado en estos últimos años de crisis, con un notable boom en términos de suscripciones, lo cierto es que la inversión en fondos es ligeramente inferior a la registrada en 2007 (196.000 millones de euros), antes del estallido de la crisis financiera.
Evolución distinta ha experimentado la inversión en depósitos, el producto estrella entre los ahorradores. En 2016 sigue siendo el activo que más pesa en los hogares, con 858.000 millones de euros entre depósitos y efectivo. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que los españoles son los que más miedo muestran ante la volatilidad de los mercados, sólo superados a nivel mundial por los portugueses, según la segunda parte del Barómetro Mundial de Schroders. Este dato, se produce en un momento en que los depósitos ofrecen una rentabilidad muy reducida, como consecuencia de los bajos tipos de interés que mantiene el Banco Central Europeo (BCE).
Por este motivo, los ahorradores más sofisticados están apostando por productos que ofrezcan una mayor rentabilidad, es decir, fondos de inversión y acciones. El problema es que muchos de ellos realizan esa apuesta sin un asesoramiento adecuado que les permita seguir pasos progresivos en la asunción de riesgos, dado que no dedican un periodo de tiempo inicial a invertir en fondos monetarios, el producto más conservador dentro de las categorías de fondos. Además, invierten cuando el mercado ya ha subido y desinvierten cuando éste ya ha bajado.
Para poder comparar términos homogéneos, Finanbest ha tenido en cuenta la última Encuesta Financiera de las Familias Españolas, en la que el Banco de España ha estudiado el porcentaje de familias que invierten en activos financieros, diferenciando entre depósitos, fondos, acciones o bonos, entre otros. De ella se desprende que los españoles invierten casi el doble en acciones (11,4%) que en fondos (6%). No obstante, las tornas cambian cuando se habla del saldo mediano que dedican a cada uno de ellos. La cantidad de dinero que los españoles destinan a fondos es casi 4 veces superior que la dedicada a acciones: un total de 39.300 euros frente a los 11.200 dedicados a los títulos bursátiles; ya que las personas con más renta y cultura financiera invierten más en fondos.
Todo lo comentado lleva a concluir que los españoles invierten de manera incorrecta tanto en tipología de productos como en el momento de hacerlo, convirtiendo a España en el país que peor invierte de los cinco grandes europeos.
Los españoles siguen invirtiendo en una segunda vivienda
El 98,4% de las familias posee un activo, ya sea financiero o real. El estudio de Finanbest, además de la inversión en activos financieros (acciones, depósitos o fondos), ha querido analizar la cantidad de familias que poseen activos reales o, lo que es lo mismo, viviendas. De este análisis se desprende que los inmuebles continúan siendo el principal destino de los ahorros de las familias españolas: 8 de cada 10 tienen una vivienda en propiedad. Tanto es así que casi el 40% dispone de una segunda residencia. Concretamente, un 28% posee una casa que no es su vivienda principal y un 10%, solares y fincas, porcentajes que se incrementan a medida que aumenta el nivel de renta.
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