¿Llevas muchos años en la misma empresa y has visto cómo han promocionado a otros con menos antigüedad que tú y menos méritos? ¿Tus logros son casi «invisibles», mientras ves que otros con hazañas mucho menos importantes son mejor valorados? Tal y como destaca Mónica Mendoza, psicóloga, consultora y experta en ventas, ese es el caso de alguien que no se sabe vender. La coach analiza las claves para hacerse visible y conseguir el éxito dentro de una empresa.
Ser bueno y parecerlo
Diversos estudios afirman que hoy en día, no solo es importante demostrar la valía, sino saberla comunicar, para poder ascender en el, cada día, más complejo organigrama de una organización. Es el conocido dicho de “no solo hay que ser bueno sino parecerlo”. En este punto se encuentran numerosos trabajadores seniors, de confianza, que han visto pasar los años sin ser reconocidos en su empresa. “Son empleados que no han sabido hacerse ver, se han limitado a trabajar bien, pero no demostrarlo. No han diseñado su marca personal dentro de la empresa”, comenta Mónica Mendoza.
Plan de marketing personal
En este contexto la experta destaca “si esa persona «mediocre en su trabajo» lo consigue, tú que tienes talento, ¿qué puedes hacer? No hablo de vender humo, hablo de vender talento, sacrificio y pasión. De pasar de la invisibilidad a la visibilidad, tanto en el equipo de trabajo como en el comité de Dirección”. Para este cometido es crucial diseñar un plan de marketing personal pero siempre con un objetivo claro. El objetivo puede ser promocionar, percibir un aumento de sueldo o, simplemente, ser más tenido en cuenta en la empresa.
Venderse como un producto
Para diseñar ese plan de marketing personal Mendoza aconseja, en primer lugar, verse a uno mismo como un producto. “Uno mismo es el producto a vender y para ello se necesita analizar las debilidades y fortalezas”, comenta la consultora. La clave es destacar lo que nos hace más fuertes en el trabajo, si es la gestión de clientes, la efectividad o la resolución de conflictos. “Haremos ver a dirección en qué somos buenos, haciendo visibles nuestros logros. No solo realizarlos sino que lleguen a dirección”. Por otro lado, lo ideal es que sea el resto de los compañeros los que hablen de los logros de uno. Esto dará más credibilidad y evitará parecer una persona con falta de humildad, algo que está muy rechazado en el plano empresarial. En este punto, hay que tener en cuenta un matiz importante, no hablar solo de uno mismo sino del equipo de trabajo, “tus hazañas y meritos son tuyos pero gracias al trabajo en equipo”.
A quién venderse
Por otro lado, para saber venderse es necesario saber a quién hay que hacerlo. “No nos valdrá que el compañero de al lado se entere de que hemos hecho este o este otro logro. La idea es que llegue a quien nos interesa”. Y quien interesa no es solo dirección, sino pueden ser personas dentro de la empresa que tengan capacidad de decisión e influencia.
Las comparaciones son odiosas
Por último, otra de las máximas en el diseño de ese plan de marketing personal para el senior invisible es nunca compararse con los demás. Las comparaciones siempre son odiosas, y en el trabajo, más. “Comentar que un compañero que se esfuerza menos tiene más sueldo o argumentos similares, no solo no hará que se cumpla el objetivo de ser reconocido, sino que tendrá un efecto negativo”. Pese a todo lo comentado, tal y como señala Mónica Mendoza, la situación ideal es aquella en la que el empleado no tiene por qué invertir tiempo ni energía en saberse vender en la organización, “se supone que la empresa ya sabe detectar el talento y lo sabe promocionar. Pero ya se sabe…de la teoría a la realidad…”.
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