La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) cree que en algunos sectores y empresas «existe margen» para mejorar los salarios, aunque considera que se tiene que tener en cuenta la situación real de las empresas y la evolución de la productividad de las mismas.
Así, ha afirmado que ni el Gobierno ni los sindicatos pueden pedir un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que ni asuma responsabilidades ni resuelva problemas que no estén en el ámbito de las organizaciones empresariales.
Confemetal considera que sería deseable tanto una banda salarial para 2017 como un nuevo AENC para continuar con la senda de moderación salarial y para afrontar compromisos pendientes y otros urgentes en materia de diálogo social.
En esta línea, Confemetal ha recordado que las empresas «más allá de la responsabilidad social que les concierne, no son responsables de la falta de flexibilidad laboral, de la inseguridad jurídica ni de la política económica de rentas».
Confemetal ha señalado que a pesar de la mejoría que está experimentando la economía, siguen existiendo problemas con la productividad de las empresas. Por ello, cree que las reivindicaciones y movilizaciones sindicales deberían tener en cuenta la crisis económica y el desajuste que tenía España con otros miembros de la Unión Europea.
También ha destacado que si la inflación se traslada a las alzas salariales, conforme piden las organizaciones sindicales, las consecuencias serán «negativas» para la economía y perjudiciales para el empleo, ya que el aumento del IPC ha estado estos últimos meses influenciado por el precio del petróleo, fenómeno que es «transitorio».
Para acabar con los desequilibrios sociales que atañen a España, Confemetal ha afirmado que el Gobierno debería impulsar políticas activas de empleo, aumentar las ayudas a las familias, establecer una fiscalidad adecuada para las clases medias y empresas y actuar sobre el gasto público improductivo en vez de sobre las rentas salariales.
Por otro lado, ha señalado que el nivel de sobrerregulación supone para las empresas «tiempo y costes, distrae al empresario de su principal labor y perjudica la competitividad global de la economía y la actividad».
En esta línea, Confemetal ha subrayado que es «imprescindible» que los legisladores se aseguren de que cualquier nueva normativa realmente es «necesaria y manejable» por las empresas que deben aplicarla y por las propias autoridades que vigilan su aplicación.
También cree que la actividad legislativa debería tener crear normas «eficaces» que incentiven la actividad económica y el empleo. «No tiene sentido que las administraciones compitan por regular cuando de ello no se deriva ningún beneficio claro para los administrados», ha añadido.
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