El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado este martes que el sector privado es el que tiene que impulsar la racionalización de horarios laborales, ya que el Gobierno solo puede actuar sobre los 3,5 millones de empleados públicos, para lo que ya está trabajando al respecto.
Durante su participación en un desayuno-coloquio organizado por la Cámara de Comercio de EEUU en España, De Guindos ha dicho ver «más razonable» que España tuviese el uso horario que «le corresponde», como sería el canario o el portugués, en vez del de Europa central.
En este sentido, ha reconocido que el uso horario tiene «sin duda» una influencia, y ha explicado que la adaptación al uso horario sería una «decisión administrativa», pero hay otra «cuestión importante» para que se produjese el cambio: el sector privado.
En la práctica, la adaptación del uso horario supondría que pasar del actual de la España peninsular y en las Islas Baleares -Central European Time (CET)- al de otras zonas geográficas, como las Islas Canarias, Portugal o Gran Bretaña -Estern European Time (WET)-.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya anunció el año pasado su intención de impulsar un cambio del huso horario para adecuarlo a las necesidades del país, así como su intención de imponer la conclusión de la jornada laboral a las 18.00 horas, algo que posteriormente reiteró la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, cuando abogó por una racionalización de las jornadas laborales y desde el Gobierno con la aprobación del aumento de los permisos de paternidad.
El debate sobre el uso horario y la racionalización de la jornada laboral se abrió hace tres años cuando la entonces ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, solicitó que los telediarios se adelantasen entre media hora y una hora con el fin de adelantar el ‘prime time’.
«Como en el tema de los salarios, el Gobierno puede regular su parte, pero el sector privado es el que lo tiene que impulsar», ha indicado De Guindos, quien ha señalado que si un sector en concreto es más eficiente y productivo «se irá imponiendo» el aumento salarial.
«Mi percepción es que se van dando casos de forma gradual», ha señalado, recordando que hay «muchísimas situaciones específicas» y que en materia salarial «el café para todos tampoco sería bueno», sino que se deben aprobar incrementos de sueldo de forma «gradual» ante las particularidades de cada sector y cada empresa.
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