La calidad del empleo en España se ha mantenido bastante estable en los últimos años y no ha sufrido grandes oscilaciones a pesar de la crisis económica, según el Índice de Calidad del Empleo (ICE), elaborado por la Universidad de Alcalá de Henares en 2016 con datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) y la muestra continua de vidas laborales.
Para cuantificar la calidad del empleo, el ICE analiza las condiciones de trabajo, la cualificación y formación, la conciliación, los salarios, las perspectivas profesionales y la estabilidad en el puesto.
Así, según se desprende del análisis de estas seis variables, la calidad del empleo experimentó una pequeña mejora hasta 2009 para volver después a los niveles de 2006, sin que haya experimentado variaciones significativas en el periodo comprendido entre esa fecha y la actualidad.
Para que un empleo sea considerado de calidad, el ICE indica que este debe proporcionar un nivel de ingresos adecuados que permitan satisfacer tanto las necesidades presentes como las futuras, así como un sentimiento de autonomíaa y utilidad del trabajador en su cargo. Otros aspectos son la estabilidad y la formación continua.
En este sentido, del índice se desprende que el perfil del trabajador que goza de una mayor calidad en el empleo es el de un varón, en edad madura, veterano en su puesto, que no realiza una actividad manual, está bien cualificado y posee estudios superiores.
CALIDAD DE EMPLEO Y TIPO DE CONTRATO
A partir de los datos del ICE, Asempleo ha elaborado un ránking en el que se pone en consonancia la calidad del empleo con el tipo de contrato.
Encabezando el ránking de los trabajadores con empleos de mayor calidad se encuentran aquellos con contratos indefinidos. Aunque también concluye que existe muy poca diferencia entre los indefinidos y los trabajadores temporales contratados a través de empresas de trabajo temporal (ETT).
Al otro lado de la balanza, los empleos de calidad inferior serían los temporales contratados directamente por las empresas.
Haciendo referencia a los salarios, los trabajadores con contratos indefinidos se caracterizan por una retribución mayor. El salario de los trabajadores ETT queda solamente unos puntos por debajo de los indefinicios. Según Asempleo, esto se debe a los pluses por antigüedad u otros matices a los que las ETT están obligada por ley a pagar a sus trabajadores.
De igual modo, las retribuciones tanto para los trabajadores con contratos indefinidos como por temporales ETT, son muy superiores a las recibidas por los temporales directos.
Con respecto a la formación y, por ende, las posibilidades de mejora de la empleabilidad de los trabajadores una vez han sido contratados, no son muy positivos. De hecho, según Asempleo se encuentran estancos desde que comenzó la crisis y se ha reducido para los trabajadores temporales directos.
A la luz de los datos, Asempleo reclama al Gobierno que ponga en marcha «las medidas necesarias» que favorezcan el dimensionamiento de las empresas, la reactivación del mercado laboral y el alineamiento entre la formación de los españoles con las necesidades de las empresas. También, pide que el sector privado colabore para combatir los retos que tiene por delante el mercado laboral español junto al sector público.
Según su propio servicio de estudios y los datos del ICE, Asempleo indica que el futuro de los trabajadores a corto plazo «amenaza con expulsar del mercado laboral a cerca del 18% de la población aciva».
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