El efecto directo de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de un 8% en 2017 sobre los costes laborales y la creación de empleo será «probablemente limitado», según el informe mensual de enero 2017 publicado por CaixaBank Research.
Según el área de investigación y análisis económico de la entidad, este impacto reducido se justifica en que el número de trabajadores que actualmente cuenta con un salario inferior al SMI de 707,6 euros mensuales en 14 pagas aprobado por el Gobierno el pasado 2 de diciembre y, por tanto, a los que se les debería aumentar el sueldo, es relativamente menor.
El informe señala que el efecto dependerá también de si la subida del SMI se extienda a otras remuneraciones. Sin embargo, los expertos de CaixaBank Research apuntan que dicho efecto debería ser «muy limitado» debido a las elevadas cotas que aún registra la tasa de paro.
En su análisis sobre la evolución del SMI, destacan que este incremento del 8% para 2017 es muy superior al que se derivaría de una actualización del salario mínimo conforme a la evolución del IPC, cuya previsión para ese año es del 1,7%.
Aunque esto ha sucedido así en los últimos tres años sin que ello permitiese recuperar el poder adquisitivo perdido entre 2010 y 2013, CaixaBank Research señala que el aumento de 2017 permitirá revertir esta situación y se superará el SMI de 2009 en términos de poder adquisitivo.
Sin embargo, advierte de que el salario mínimo español se sitúa a la baja respecto a otros países de la UE cuando se tiene en cuenta en relación al salario medio, presentando valores inferiores a Francia, Alemania, Bélgica o Portugal.
En este sentido, los datos también ponen de manifiesto que el incremento del salario mínimo desde 2009 hasta 2015 fue inferior al del salario medio, con aumentos del 3,9% y del 5,6%, respectivamente, quedando así «rezagado» en relación con la evolución salarial del resto de la economía.
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