El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió el jueves con los jefes republicanos del Congreso en el Capitolio en Washington, para planificar el comienzo de su mandato que tiene como prioridad la salud, la inmigración y el empleo.
«Tenemos mucho por hacer. Vamos a trabajar muy duro sobre la inmigración, la salud y pensamos en el empleo, sobre todo en el empleo», dijo a periodistas tras reunirse por separado con el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y Mitch McConnell, jefe de la mayoría en el Senado.
Trump fue acompañado de su esposa, Melania, y su futuro vicepresidente, Mike Pence, un exlegislador del Congreso, luego de haber almorzado con Ryan cerca del Capitolio. El jueves por la mañana Donald Trump se reunió con Barack Obama en la Casa Blanca.
El multimillonario aprovechó para subirse al balcón del ‘speaker’ del Capitolio con el fin de descubrir el lugar donde prestará juramento el 20 de enero, con una de las vistas más lindas de la capital estadounidense, desde donde se puede ver el hotel de Donald Trump, en el edificio Old Post Office.
«Donald Trump obtuvo una de las victorias más lindas que jamás hemos visto, y vamos a transformar esta victoria en progreso para los estadounidenses», dijo Paul Ryan.
«Vamos a hacer cosas espectaculares para los estadounidense, tengo prisa por comenzar. Sinceramente, cuanto antes», comentó Trump.
«Ya sea con la salud, la inmigración o numerosas otras cosas. Vamos a bajar los impuestos, vamos a hacer que la salud sea más barata. Vamos a hacer un verdadero trabajo por la salud».
El futuro presidente de Estados Unidos no respondió a una pregunta sobre la promesa de prohibir la entrada de musulmanes a territorio estadounidense. La promesa fue hecha en diciembre de 2015 por el entonces candidato republicano, pero no la ha vuelto a repetir.
Uno de los puntos de acuerdo evidente entre los jefes republicanos y el 45° presidente estadounidense es la abolición del programa de asistencia sanitaria conocido como «Obamacare» de 2010. Los republicanos han intentado abolirlo varias veces pero no lo han logrado dado que el presidente tiene derecho a veto.
El Congreso elegido el martes comenzará sus funciones en enero, dos semanas y media antes de la asunción de Trump.
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