Un total de 9.666.640 personas distintas se inscribieron en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) como demandantes de empleo en algún momento del ejercicio 2015, cifra en la que se incluyen no sólo las personas en paro, sino también aquellos trabajadores que teniendo empleo buscan un mejor puesto de trabajo.
Según las cuentas anuales del organismo correspondientes al ejercicio 2015, de los más de 9,6 millones de personas que se apuntaron al SEPE como demandantes de empleo, el 30,8% (casi tres millones de personas) tuvieron algún contrato en 2015.
Por su parte, el 27,8% (2.686.933 personas) inició algún servicio de orientación o formación; el 26,2% (2.535.068 personas) participó en acciones de formación para trabajadores ocupados, y el 1,2% (115.946 personas) se colocó por cuenta propia.
El SEPE reconoce que al 34% de las personas que se inscribieron como demandantes de empleo en 2015 no se les prestó ningún servicio en dicho ejercicio.
El tiempo transcurrido desde la inscripción de la demanda hasta que el SEPE prestó el servicio fue en 2015 de 36,5 días, aunque si se tiene en cuenta el número de personas a las que no se les dio ningún servicio, esta cifra se eleva hasta los 95 días.
LA PLANTILLA DEL SEPE, MUY FEMINIZADA, SE REDUCE EN 2015
A cierre de 2015, la plantilla del antiguo Inem contaba con 9.720 efectivos, un 4,3% menos que en 2014, cuando los trabajadores en nómina ascendían a 10.158. El SEPE precisa que durante el año pasado se produjeron 4.562 bajas de personal y 4.124 altas.
Casi dos de cada tres empleados del SEPE son mujeres, con 6.208 trabajadoras frente a 3.512 hombres. El 89% de la plantilla del servicio público de empleo es personal funcionario (8.657 personas), mientras que 1.043 son trabajadores laborales fijos y 16, laborales eventuales.
De estos 16 trabajadores con una relación laboral de carácter eventual, 15 son mujeres. También es mujer el único alto cargo del SEPE, su directora general, María de los Reyes Zatarain del Valle.
MENOS GASTO EN PRESTACIONES DEL PREVISTO
Según las cuentas anuales del SEPE, el organismo registró en 2015 un remanente en sus créditos presupuestarios de 5.830,3 millones de euros, ya que su presupuesto de ingresos para el año pasado (30.996 millones de euros) fue superior a lo que finalmente gastó en el ejercicio (25.165 millones de euros).
Esos 5.830,3 millones que ‘le sobraron’ al organismo público en 2015 salen principalmente de lo se ahorró en prestaciones por desempleo. El SEPE tenía previsto para esta partida un coste superior a los 26.000 millones de euros, pero al final no llegó a gastar ni 21.000 millones, con lo que el gasto en desempleo fue un 19,6% inferior a lo estimado.
El SEPE también presupuestó de más en lo que respecta a las prestaciones económicas por cese de actividad, las que reciben los autónomos que previamente han cotizado por ellas. De un coste previsto de 19,8 millones de euros, sólo gastó 3,6 millones, casi un 81,2% menos.
En el caso del fomento de la inserción y la estabilidad laboral, el ahorro entre el coste previsto y el finalmente realizado fue del 13%, de acuerdo con las cuentas anuales del organismo publicadas este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
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