El bloqueo político sigue siendo la principal amenaza para las empresas

Casi un año sin Gobierno y la situación sigue sin resolverse. Aunque todavía no ha tenido efectos demasiado acusados sobre la economía, la incertidumbre política es uno de los principales riesgos que existen en la actualidad, según el último Barómero de la Empresa Familiar elaborado por la consultora KPMG, especialmente si éste se prolonga en el tiempo.

Sin embargo, las perspectivas para este sector, que aglutina hasta el 90% del tejido empresarial español, con empresas tan importantes como Mercadona, El Corte Inglés o Inditex, son optimistas, especialmente si se tienen en cuenta los últimos datos económicos que han tenido lugar en el último año.

Así, tres de cada cuatro empresas afirma haber aumentado su facturación en el último año, lo que constituye un aumento de cinco puntos porcentuales con respecto al mismo período del año pasado. Con estos resultados, no es de extrañar que un 84% de este tipo de empresas estén decididas a acometer algún tipo de plan de inversión a lo largo del próximo ejercicio, yendo dirigidos el 78% de estos recursos a la actividad principal de la sociedad.

A tenor de estos datos, la mayoría de empresas familiares son optimistas en cuanto a su futuro (el 70%), aunque el año pasado afirmaban tener una mayor confianza en la evolución de su negocio en los siguientes 12 meses.

Aumentos de plantillas en el último año

En un país donde el 90% de su tejido empresarial está formado por pymes y empresas familiares, las buenas noticias sobre un incremento de sus ventas ha de trasladarse a la mejora de la tasa de empleo.

De esta forma, un 61% de las empresas familiares afirman haber aumentado su plantilla en el último año, un dato siete puntos porcentuales al mismo período del año pasado. Asimismo, un 32% de estas sociedades mantuvieron su plantilla sin cambios y tan solo un 7% la redujeron.

Bajadas de impuestos, la prioridad
Pero, la principal prioridad de estas empresas es, como casi siempre, que se les consulta, la reducción de impuestos y de costes laborales. Sin embargo, a día de hoy, esto es una quimera, habida cuenta de las exigencias de Bruselas en relación a la senda de consolidación fiscal que tendrá que llevar a cabo el próximo Ejecutivo.

Además, como objetivos de las empresas a dos años vista se sitúan el aumento de la rentabilidad (55%), seguido del incremento de la facturación (52%), el aumento de la innovación (21%), la diversificación de sus productos (20%) y la apertura a nuevos mercados (18%).