El Trump Taj Mahal fue inaugurado en 1990 por el actual candidato presidencial republicano en Atlantic City (Nueva Jersey), y durante años fue una de las mayores joyas de su imperio inmobiliario hasta que fue comprado hace dos años por su amigo, el inversor Carl Icahn.
Sus actuales propietarios llevaban meses envueltos en una agria disputa laboral con los trabajadores del sindicato UNITE Here Local 54, y después de fracasar las negociaciones, el establecimiento tuvo que cerrar sus puertas. «Nos dejaron sin cobertura médica, nos quitaron nuestro derecho a recibir una indemnización y hasta nos recortaron de la nómina la media hora de descanso», lamentó Chales Baker, uno de los cocineros del hotel y casino, al periódico local Star Ledger.
Cuando hace 26 años el magnate neoyorquino inauguró el Trump Taj Mahal, lo presentó como «el mayor casino del mundo» y una de las «ocho maravillas del mundo», pero años más tarde tuvo que acogerse a la ley de quiebras para reestructurar el negocio.
La clausura definitiva del Trump Taj Mahal ha dejado sin empleo a unas 3.000 personas y se convierte en el quinto casino que se ve obligado a cerrar sus puertas en Atlantic City desde hace dos años, incluido el Trump Plaza, en septiembre de 2014.
La crisis de los casinos en Atlantic City se agudizó en los ultimos años después de que en 2012 el huracán Sandy arrarasa parte de la bulliciosa capital del juego de Nueva Jersey, conocida como ‘Las Vegas del este’.
El Taj Mahal fue durante años una de las joyas del imperio de Trump, quien a mediados de los años noventa perdió el control del casino aunque pudo recuperarlo tiempo después gracias a una compleja operación de deuda, emisión de acciones y efectivo.
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