La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) pide un sistema de sanciones ante el «preocupante» repunte de la morosidad empresarial en la primera mitad del año y una reducción de las cotizaciones sociales por la «enorme carga» que suponen para las empresas.
Así lo señala el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, en una entrevista en la revista Aseguranza, recogida por Europa Press, en la que advierte del «preocupante» repunte de la morosidad en el primer semestre del año tras su ligero descenso durante la crisis.
Garamendi ve como el principal problema de la morosidad el que sea asumida como algo «prácticamente normal» en el sistema económico, si bien el «eslabón más débil» de la cadena de impagos las pymes y los empresarios autónomos.
Por ello, Cepyme reivindica un sistema de sanciones que penalice a aquellos que incumplen los plazos legales de pago, sobre todo, un cambio de cultura empresarial que sitúe la morosidad como «una práctica condenable que hay que erradicar».
Asimismo, Garamendi se refiere a la «enorme carga» que supone para las pymes las cotizaciones sociales, que en España son un 33% más alta respecto a la de los principales socios, y que suponen un «lastre» para la competitividad y «sobre todo penalizan la creación de empleo».
«Estamos convencidos de que una reducción e las cotizaciones sociales contribuiría a impulsar la contratación y la creación de nuevos puestos de trabajo en las pymes», apunta Garamendi, quien valora que la evolución del empleo y la afiliación en los últimos meses muestra que «los esfuerzos y las reformas están contribuyendo a reducir los principales desequilibrios en el mercado de trabajo».
Más impulso a las reformas estructurales y subida salarial
No obstante, Garamendi ve preciso persistir en el «marco de estabilidad», dando un «mayor impulso» a las reformas estructurales, puesto que, en términos de desempleo, «aún estamos a la mitad de camino por recorrer para llegar a los niveles que existían antes de la crisis».
En esta línea, ve «fundamental» continuar con el proceso de reformas iniciadas, como la administrativa, la del mercado laboral, la financiera, y abordar otras «esenciales», como la energética o la educativa, así como avanzar en la progresiva digitalización de las empresas.
El presidente de Cepyme reconoce que las pymes españoles se encuentran en un «momento complejo», ya que tras años «muy difícilees, la recuperación «empieza a sentirse, pero no al mismo ritmo ni con la misma intensidad en todas las empresas».
Entre las prioridades también destaca el acceso de las pymes y de los autónomos a la financiación necesaria «en condiciones y plazos asumibles», impulsar la internacionalización y la innovación en las empresas de menor dimensión y rebajar los costes no salariales.
Respecto a la moderación salarial, Garamendi subraya que ha contribuido durante los años de crisis a mantener la viabilidad de muchas empresas, especialmente de las pymes, y de cientos de miles de puestos de trabajo.
En todo caso, a medida que la recuperación se vaya consolidando y teniendo en cuenta la situación concreta de cada sector y empresa, considera que «pueden asumirse incrementos salariales» en el entorno de lo establecido en el Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva, cuya vigencia se extiende hasta 2017.
Los comentarios están cerrados.