La llegada del verano es sinónimo de vacaciones, desconexión y dolce far niente. Sin embargo, la época estival también representa el inicio de nuevas etapas laborales para muchas personas gracias a las nuevas contrataciones que cada año se generan durante los meses más calurosos. En concreto, se estima que más de 1.000.000 de españoles ocuparán nuevas vacantes este verano, concentradas mayoritariamente en el sector servicios, lo que representa un 10% más respecto a la campaña de 2015.
El verano trae así la llegada de nuevos compañeros; un acontecimiento que siempre se vive con curiosidad y nos hace plantearnos ciertas preguntas acerca del nuevo integrante. ¿De dónde viene? ¿Nos caeremos bien? ¿Será agradable trabajar con él/ella? En JOB TODAY hemos analizado las 12 personalidades más recurrentes entre los empleados con el objetivo de anticiparnos a esas respuestas y tranquilizarte ante la llegada de una nueva persona en tu equipo. Tu nuevo compañero o compañera seguramente corresponderá a uno de estos patrones, pero y tú… ¿Te sientes identificado con alguno de ellos? Te damos las claves para identificar a los compañeros que querrás tener siempre cerca, y a los que desearás no haber conocido nunca.
Los más valorados:
- El social: es el compañero ideal. Cae bien a todo el mundo, tiene mano izquierda con trabajadores y colaboradores de la empresa y se antoja el interlocutor perfecto para solventar cualquier tipo de problema. Si no puedes evitar recibir invitaciones a todas las celebraciones y Happy Hours, sin duda, perteneces a esta tipología de trabajador. Pero cuidado, suelen ser los compañeros que más envidias generan…
- El Super Glue: sabe como unir al equipo. Lidera y motiva a partes iguales y consigue que todos los compañeros que están a su lado se sientan valorados y den lo mejor de si mismos. Con sus palabras será capaz de remontarte la moral en tus horas más bajas y cerrar viejas heridas entre compañeros.
- La Navaja Suiza: sirve las mesas con rapidez, recuerda todas los pedidos al dedillo y lidia con proveedores, clientes, mascotas y todo lo que se le ponga por delante. Suele ser muy organizado y metódico, y su trabajo es irreprochable aunque muchos se pregunten como lo consigue. Su gran capacidad de concentración y anticipación son probablemente la claves de su éxito.
- El Mesías: es una rara avis. Se lleva bien con todo el mundo, es amable, humilde, responsable, trabajador y divertido. Suele estar entre los trabajadores más valorados de la empresa y cualquier madre lo querría como yerno. ¿Y quién no?
- El Payaso: es el alma de todas las reuniones y fiestas. Le encanta ser el centro de atención y siempre está dispuesto a llamarla cantando, bailando o montando un circo. No suele ser el trabajador mejor valorado pero contribuye al buen ambiente del equipo. Solo un consejo… procura que no te etiquete en ninguna foto de la cena de Navidad.
- El Superman: puede que no sea precisamente la persona más eficaz del equipo, pero resulta tremendamente útil tenerlo cerca. Si hay que abrir una puerta, él estará ahí. ¿No alcanzas la estantería? Tranquilo, el lo hará por ti. ¿No te apetece trabajar? No abuses…
Los menos valorados:
- El desastre: suele vivir bajo una montaña de papeles y post-its y le escucharás afirmar hasta la saciedad que es capaz de encontrar el orden en su propio caos. Es eficiente y productivo pero su falta de organización le juega malas pasadas. No desesperes si tienes que recordarle las cosas varias veces…
- El workaholic: sincroniza el correo del trabajo en su Smartphone, envía mensajes después de la jornada laboral y te acecha en Whatsapp los fines de semana. Antepone su trabajo a sus relaciones sociales, a su familia e incluso a su propia salud. Si pretendes convertirte en el ojito derecho de tu jefe, ésta puede ser la vía…pero sin duda, no es la más recomendable.
- El Hombre Invisible: Nunca está cuando lo necesitas. Brilla por su ausencia y rara vez lo encontrarás en su puesto de trabajo. Acostumbra a estar ocupado en reuniones o solucionando algún problema lejos de su escritorio.Hay quienes dicen haberlo visto… pero nadie nunca ha podido demostrarlo.
- Don Perfecto: su máxima virtud (y defecto) es su afán enfermizo por supervisarlo todo hasta el mínimo detalle. Camisas impecablemente dobladas, probadores irreprochablemente limpios, almacén ordenado al milímetro… Parece el mundo ideal pero puede convertirse en el peor de los infiernos.
- El tardío crónico: no puede evitar llegar tarde y siempre tendrá una excusa preparada para justificar su falta de responsabilidad. Un escape de agua, una huelga de buses, la muerte de su mascota o un ataque nuclear… Nunca dejará de sorprenderos.
- El Villano: cada equipo suele contar con al menos un integrante de esta calaña. Siempre busca sacar ventaja sobre sus compañeros y no dudará en tirar de mentiras y artimañas para conseguirlo. No le importa destruir la reputación de los demás para cumplir sus objetivos. Si ya lo has identificado, mejor mantente alejado.
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