Además de gastos de vivienda, educación o sanidad, las familias europeas tienen que hacer frente a gastos de desplazamientos, sobre todo a la hora de ir a trabajar. De hecho, según un estudio de Regus, proveedor mundial de espacios de trabajo, realizado entre más de 44.000 trabajadores de más de 100 países, los trabajadores de la Unión Europea gastan un 4% de su salario anual en desplazamientos por motivos laborales.
Según el estudio de Regus, los griegos, italianos y portugueses se sitúan por encima de la media europea, ya que invierten un 5% de su sueldo en desplazamientos al trabajo. Por debajo de la media están países como Francia e Inglaterra, donde sus ciudadanos gastan aproximadamente un 3% de su salario en ir a trabajar. Por otro lado, el coste medio global se ha disparado por encima de esa cifra en algunos países fuera de Europa, como Sudáfrica, Brasil, India, y México, en los que la media ha llegado hasta el 6%.
Para un desafortunado porcentaje de trabajadores europeos, el transporte al trabajo consume gran parte de sus ingresos: el 15% de ellos afirma que gasta por lo menos el 10% de su salario en ello, mientras que el 20,31% consume entre el 5 y el 10%. En cualquier caso, España se sitúa rozando la media mundial, que asciende hasta el 5%.
Para Philippe Jiménez, Country Manager de Regus España: “En algunos casos, desplazarse al lugar de trabajo se convierte en un lujo. Por ello la solución para minimizar el impacto de estas pérdidas económicas y de tiempo pasa por el trabajo flexible” y añade: “Las empresas que quieran retener al personal más valioso en Europa deben solucionar rápidamente la problemática que supone el coste de los desplazamientos, ofreciéndoles la opción de trabajar más cerca de casa, al menos durante una parte de su tiempo”.
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