Asempleo y la Universidad de Alcalá de Henares, han presentado el Índice de Calidad del Empleo (ICE) y las conclusiones extraídas de su primera aplicación al mercado laboral español.
La calidad del empleo está en debate desde hace décadas, pero por el momento, ni siquiera se ha llegado a un consenso para construir una medida aceptada de este término.
El Indicador permite que los resultados puedan medirse para un periodo de tiempo largo, actualizarse con una periodicidad anual y compararse entre colectivos, en particular, según su tipo de contrato; a la vez que puede aplicarse a otros países de nuestro entorno, para elaborar comparaciones posteriores. Un instrumento que permite lograr una medición real de la calidad del empleo y de su evolución y detecta los factores que hacen que esta mejore o empeore, para poder trabajar después en las medidas que hagan cumplir la prioridad europea de “crear más y mejores empleos”.
Para poder cuantificar la calidad del empleo, se ha utilizado la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) y con ellas, se han analizado las seis dimensiones que consideramos vitales para hablar de la calidad de un puesto. Son las siguientes:
Se han considerado aquellos aspectos de los puestos de trabajo que tienen un impacto, positivo o negativo, en la vida de los trabajadores y “las dimensiones consideradas, analizadas como microdatos, permiten medir la calidad del empleo y su evolución, para los diferentes colectivos que deseemos estudiar”, como ha afirmado Carlos García Serrano, coautor del informe y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.
Principales conclusiones:
Los trabajadores con contrato indefinido son los que gozan de mayor calidad en su puesto. Respecto a los trabajadores temporales, son los contratados a través de ETT los que obtienen una mejor puntuación, en comparación con los temporales contratados directamente por la empresa (Ver Gráfico 1).
La calidad del empleo en España en el periodo analizado es bastante estable. Si bien es cierto que mejoró algo hasta 2009 para volver después a los niveles de 2006, no ha habido frandes cambios como consecuencia de la crisis económica.
Según las características personales de los individuos, el perfil que disfruta de mayor calidad en su empleo es el trabajador de mayor edad, que ocupa un puesto no manual cualificado y que tiene estudios terciarios (superiores). No hace distinción entre varones y mujeres, dado que ambos sexos obtienen puntuaciones muy parecidas en todas las dimensiones.
Los trabajadores con mejor retribución son los indefinidos. Entre los temporales, los de ETT obtienen un salario mucho mayor que los temporales dirrectos y muy próximo al de los primeros.
En lo que respecta a la cualificación y a la formación obtenidas en el puesto de trabajo, todos los colectivos exhiben una tendencia creciente que enriquece el valor de su empleo y mejora su empleabilidad.
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