CC.OO. ha denunciado que la recesión económica ha provocado, junto con una destrucción del empleo y un aumento del desempleo, un descenso de las horas extras trabajadas entre 2008 y 2015, especialmente en las horas extraordinarias pagadas, que se han reducido a la mitad, mientras que las no pagadas suponen ya el 56% del total.
Así consta en un informe elaborado por el gabinete económico de CC.OO. sobre la evolución y composición de las horas extraordinarias durante la crisis, que muestra que éstas se han reducido más que el empleo y la mayor parte de ellas han pasado de estar pagadas a dejar de estarlo.
Este análisis parte de una nueva interpretación del desglose de las horas extras entre pagadas y no pagadas que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA), siendo las horas extras pagadas aquellas en las que existe una compensación por su realización, ya sea en tiempo o en dinero, mientras que en las horas extras no pagadas el trabajador no recibe contraprestación por realizarlas.
El descenso detectado se concentra en las horas extras pagadas, que se han reducido a la mitad durante la recesión, mientras que las horas extras no pagadas se han mantenido y en 2015 suponen ya un 56% de los 6,3 millones de horas extras trabajadas a la semana.
Las horas extras pagadas han mostrado una evolución coyuntural, ligada al ciclo económico, mientras que las horas extras no pagadas mostraban un comportamiento más estructural y permanente, con un menor grado de fluctuación por la recesión económica.
Durante el cuarto trimestre de 2015, hubo 728.000 asalariados que trabajaron horas extras (el 5% de la población asalariada), de los que la mitad (366.000 personas) realizaron 3,5 millones de horas extras no pagadas a la semana.
Explotación laboral
El estudio evidencia que apenas hay coincidencia de trabajadores asalariados que simultaneen horas extras pagadas y no pagadas: hay asalariados que trabajan horas extras pagadas y hay otros asalariados que además de su jornada se ven en la obligación de realizar horas extras no pagadas.
El sindicato señala que las horas extras trabajadas pero no pagadas conforman «un claro componente de explotación laboral, que sin embargo se aleja del perfil habitual de precariedad vinculado a una inserción laboral en peores condiciones», y denuncia que «se han precarizado las condiciones de trabajo».
Según el estudio, el abuso de las horas extraordinarias no pagadas es una práctica que se concentra muy mayoritariamente en el sector privado y en las ramas de actividad de los servicios, entre asalariados masculinos, con contrato de trabajo indefinido y con jornada a tiempo completo, que desempeñan ocupaciones técnicas, profesionales y directivas.
Los comentarios están cerrados.