Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Eres Relocation Services ha querido aprovechar una fecha tan señalada para analizar el perfil de la directiva española del siglo XXI. Mujeres cuya formación y cualidades innatas a su carácter las convierten en candidatas perfectas por las que apostar en un proceso de expatriación empresarial.
Con un perfil de competencia alto, son los rasgos de su personalidad los que, en términos generales, hacen tan atractivo el perfil de las directivas españolas. Y es que, como señala Jose Antonio de Ros, Director General de Eres Relocation Services, “tan importante como contar con una formación y experiencia profesional, es la capacidad para adaptarse a un nuevo entorno laboral”.
Por ello, las cualidades intrínsecas del carácter de las directivas españolas las convierte en grandes candidatas para ser expatriadas. Entre sus rasgos más reseñables destaca su habilidad para adaptarse a nuevos retos profesionales y dirigir equipos de trabajo. Desde la conciliación y la motivación, su fomento diario de las facultades de los trabajadores que tienen a su cargo hacen de ellas grandes líderes empresariales.
Unas cualidades a las que se deben unir aquellas estrictamente relacionadas con el desempeño de un puesto de alta dirección. En términos generales, son mujeres con talento, innovadoras, que aportan cierto grado de flexibilidad, capaces de analizar la situación que tienen ante ellas, gestionando y optimizando los recursos hasta lograr el mejor resultado.
Una eficacia que, en el caso de las mujeres que optan por la maternidad, suele tener su origen en los malabarismos que, muchas de ellas, deben hacer para lograr conciliar su vida profesional y familiar. Precisamente, las cargas familiares, o la imposibilidad de que su pareja deje su trabajo aquí en España, suelen ser las principales causas que dificultan su expatriación. De hecho, según explica De Ros, “a la hora de valorar los elementos de un traslado, las cargas familiares se convierten en un elemento más a tener en cuenta”.
Curiosamente, cuando la situación es a la inversa, las mujeres sí suelen abandonar su puesto de trabajo para acompañar a su pareja. Por ello, sería interesante que los hombres empezaran a valorar el enorme campo de posibilidades que supone trasladarse a un nuevo país. Ello requiere, como explica De Ros, “abrir la mente ante una situación que, si bien es de incertidumbre, en muchos casos es una oportunidad de desarrollo profesional”.
Una situación que ha provocado que, las mujeres que acceden a puestos de dirección, suelan ser más propensas a fomentar políticas empresariales conciliadoras con la vida personal. Una mentalidad innovadora que expatriarán a su nuevo lugar de residencia, incluso a aquellos países en los que la conciliación, a día de hoy, es solo una utopía.
En definitiva, capitalizar el talento femenino en los puestos de alta dirección conlleva importantes ventajas para las empresas, puesto que implica fomentar la figura de una gran líder eficaz, talentosa, competitiva, intuitiva e innovadora. Mujeres “con un perfil tremendamente atractivo que las convierte en candidatas sólidas a valorar en los procesos de expatriación”, concluye Jose Antonio de Ros, Director General de Eres Relocation Services.
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