A diario recibimos multitud de estímulos e interrupciones que merman nuestra atención y disminuyen nuestra concentración. Sus consecuencias más inmediatas pasan por el bajo rendimiento, el estado de alerta constante o la dificultad concentrarse. Una de las técnicas más efectivas para combatir este tipo de problemas a los que debemos hacer frente en el trabajo es el mindfulness o atención plena, que es utilizado por las empresas para incrementar los niveles de productividad de los trabajadores.
Consciente de la importancia de todo ello, Adecco Training, la división del Grupo Adecco, especializada en integrar soluciones de formación y desarrollo con la estrategia empresarial, ha querido analizar el impacto del mindfulness en la productividad de los trabajadores. Para ello, ha recogido resultados de las numerosas formaciones que ha impartido sobre este ámbito en los últimos años mediante encuestas a empresas y trabajadores.
El mindfulness y la productividad
El mindfulness es un recurso que consiste en enseñar al cerebro a poner el foco en una sola función, de tal forma que pueda dedicarle una atención plena.
Aunque el concepto de atención plena se ha desarrollado desde hace siglos como una parte del budismo, desde hace 30 años, por su alto valor y sus positivos resultados, esta técnica se utiliza en todas las sociedades, independientemente de sus creencias religiosas. Así, se ha convertido en uno de los métodos meditacionales más utilizados en Occidente y con resultados más eficaces a nivel personal y profesional.
En nuestro país, la práctica de mindfulness o atención plena es aún minoritaria y sólo se ha puesto en marcha en empresas muy preocupadas por la salud de los trabajadores o en aquellas que son innovadoras en la búsqueda de técnicas que faciliten su bienestar. Según la encuesta realizada por Adecco Training, sólo un 5% de los trabajadores españoles lo practica, a pesar de sus múltiples beneficios. Entre los más destacados, está el incremento de la productividad, que se sitúa en torno al 20%.
Se calcula que cada trabajador pierde, de media, alrededor de una hora y media al día en distracciones, lo que supone unas ocho horas a la semana, o lo que es lo mismo, cada trabajador, de media, desaprovecha el 20% de su jornada laboral.
De esta forma, quien practica la técnica de la atención plena es capaz de recuperar el 100% del tiempo que antes perdía a causa del déficit de atención y podría recuperar ese 20% de la jornada laboral que antes no aprovechaba.
Aunque se trata de una práctica minoritaria, 8 de cada 10 empresas que conocen el concepto de mindfulness reconocen que tienen necesidades formativas en este sentido. En la misma proporción, el 80% de las organizaciones consultadas se planteará formar a sus trabajadores en la atención plena en los próximos años.
Además de repercutir en la productividad, el mindfulness también sirve para reducir la sensación de estrés en el trabajo, pues el 65% de los trabajadores afirma tener mayor sensación de calma y relax en el trabajo. La efectividad de esta técnica a la hora de reducir los niveles de estrés es tal, que se ha detectado una reducción del 78% en los días de baja por ansiedad, estrés o depresión en las empresas que llevan a cabo esta práctica.
Todos estos efectos del mindfulness no se perciben de forma inmediata. De hecho, los cambios no se aprecian hasta las ocho semanas. Practicando la atención plena no se adquieren hábitos de forma permanente, sino que requiere de una práctica habitual y periódica.
Otros beneficios del mindfulness
Una vez adquiridas unas pautas, y en un plazo superior a las 8 semanas, el mindfulness tiene también los siguientes beneficios en quien lo practica:
- Mejora del rendimiento: Incrementa y mejora el razonamiento verbal y la memoria, por lo que se convierte en una buena herramienta para ampliar las funciones cognitivas.
- Facilita la recuperación ante el estrés: No sólo disminuye los niveles de estrés de los trabajadores, sino que, además, reduce los tiempos de recuperación tras un período de estrés.
- Facilita el trabajo: La práctica continuada de mindfulness hace a las personas menos críticas con los demás y mejora su capacidad de escucha, lo que se traduce en una mayor capacidad de trabajo en equipo.
- Disminuye las bajas por incapacidad temporal: No sólo las relativas a estrés, sino también a las debidas a resfriados e infecciones respiratorias, disminuyendo el tiempo y la gravedad de los mismos.
- Mejora la inteligencia emocional: Este tipo de meditación ayuda a gestionar el dolor y las emociones de forma más eficaz.
- Mejora el sueño: La reducción de estrés y la mejora en el control de las emociones pueden tener beneficios sobre el sueño.
- Incrementa la eficacia: Al aumentar la concentración y la atención, la memoria y la gestión emocional, el trabajador se sentirá mucho más capacitado en la toma de decisiones y eso le hará una persona más productiva y eficaz en el trabajo.
En definitiva, el mindfulness ayuda a los trabajadores a estar más atentos, más tranquilos, más concentrados, más serenos, más sanos, más capacitados, con mayor control de sus emociones y con mejor memoria, lo que les convierte en personas más productivas y felices en su trabajo.
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