El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha presentado este lunes un informe sobre los efectos de la reforma laboral desde su entrada en vigor en 2012, en el que se pone de manifiesto que el 35% de los trabajadores, hasta 5,9% millones de personas, cobraba menos del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2014.
El informe, que parte en esta cuestión de los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria, señala que esta proporción es tres puntos porcentuales superior a la existente en 2011, lo que se traduce en 220.000 personas más.
En palabras de la economista del Gabinete Técnico de UGT, Ana Viñas, también presente en el acto, se trata de casi seis millones de personas «trabajando en la pobreza», puesto que el SMI, que ha subido tan solo 7,2 euros en los últimos cuatro años se sitúa en 2015 en 655,20 euros al mes.
Este dato le ha valido a Ferrer para señalar la importancia que tiene el debate del papel que tiene que jugar el SMI e insistir en la necesidad de incrementarlo hasta 800 euros mensuales.
Es éste un tema presente en los programas de PSOE y Podemos. Así, el partido encargado de formar Gobierno propuso subirlo hasta el 60% en dos legislaturas, mientras que Podemos se comprometió a alcanzar los 800 euros al mes en 14 pagas durante los dos primeros años de legislatura.
LA DEVALUACIÓN SALARIAL Y OTROS EFECTOS
El informe señala que estos datos son el resultado de un descenso de los salarios reales a raíz de la reforma laboral, que ha llevado a una pérdida acumulada de 7,3 puntos porcentuales en las rentas desde su entrada en vigor. Esta devaluación salarial va de la mano, según UGT, de una apuesta del Gobierno por el empleo precario y centrado en actividades de bajo valor añadido.
Como telón de fondo, Viñas ha señalado además que la reforma ni ha conseguido generar empleo ni ha frenado el paro, puesto que en estos cuatro últimos años se ha producido en términos medios un descenso de 550.000 ocupados y un incremento de 43.000 parados.
Según ha explicado, con el viento favorable de las políticas monetarias en 2014 se produjo una reducción de los niveles de paro y un repunte del empleo. Pero en el primer caso, se debió en parte a la caída de la población activa «por el efecto desánimo». En este punto, Viñas ha precisado que muchos inmigrantes han vuelto a sus países de origen, muchos jóvenes han emigrado en busca de oportunidades, y muchos parados de larga duración, mayores de 55 años, han decidido «marcharse a su casa» en estos años.
«Tenemos más de medio millón de activos menos tras la reforma laboral y 167.000 inactivos más en el conjunto del periodo ,y la tasa de actividad ha bajado del 60%, lo que es objeto de gran preocupación», ha apostillado.
Además UGT puntualiza que el nuevo empleo ha venido acompañado de peores condiciones laborales, tanto en el caso de los contratos temporales como en el de los indefinidos. Según el informe, el empleo que se crea tiene un fuerte componente estacional y está más centrado en la jornada a tiempo parcial involuntaria.
Concretamente, los datos ofrecidos por el sindicato muestran que la tasa de empleo a jornada parcial ha crecido 2,2 puntos porcentuales entre 2011 y 2015, hasta un 15,7%, mientras que la temporalidad involuntaria ha ascendido casi 7 puntos porcentuales, hasta el 62%.
Sobre la contratación, Viñas ha explicado también que la temporal ha crecido un 66,4% mientras que la indefinida, un 11,8%, con lo que «hay más rotación laboral en el empleo». En 2015 el 93,2% de los contratos registrados fueron temporales, tres puntos más que en febrero de 2012.
«Esta temporalidad es cada vez más temporal si se atiende a la duración media de los contratos, que se sitúa en 53 días, mientras que antes de la reforma laboral era de 63 días», ha añadido Viñas, quien ha recalcado además que un 24% de los contratos dura menos de una semana, frente al 20% de antes de la reforma.
LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES SE AGUDIZAN
Una última conclusión del informe apunta a que los problemas estructurales del mercado laboral, lejos de haberse solucionado, se han agudizado desde la entrada en vigor de la reforma laboral.
«La reforma ha producido efectos devastadores que va a costar reconstruir», ha dicho Ferrer, para añadir que «la tendencia de la recuperación es repetir los mismos errores del pasado, asentar la salida de la crisis en base a la precariedad laboral y utilizar la vía de la devaluación salarial como elemento de competitividad».
El secretario de Acción Sindical de UGT no ha escondido que con este informe el sindicato pretende que uno de los ejes centrales de la política del nuevo Gobierno sea la lucha contra el desempleo, la apuesta por el empleo de calidad y la igualdad y arrancar un compromiso al Gobierno para erradicar la pobreza, todo ello por la vía del diálogo social.
Además, Ferrer ha señalado que para lograr estos objetivos hay que ir más allá de la derogación de la reforma laboral y acometer cambios en el modelo fiscal para hacerlo más redistributivo, apostar por un modelo productivo que prime los sectores de mayor valor añadido y poner en marcha un plan de choque contra el desempleo, algo que, ha dicho, es un punto de «coincidencia» con formaciones como Ciudadanos, Podemos, PSOE, IU o PNV.
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